La presentación de renuncias de los ministros que responden a la Vicepresidente, dejó en evidencia el malestar para con el Presidente con un pedido implícito para que tome medidas que hasta las Paso no estuvo dispuesto a tomar. El recambio de ministros se torna imperativo para el tiempo que se viene. Según los trascendidos, Alberto se mantendrá en sus trece hasta donde pueda. Esta situación, provocó manifestaciones de ambos bandos del kirchnerismo. En Corrientes, el Presidente no recogió solidaridades salvo las de Camau y Canteros, considerados como peronistas «media sangre». Camau, alejado de Cristina Kirchner desde hace tiempo, aprovechó la controversia para dejar en claro que, en esta disputa de poder, está del lado «albertista». El Vicegobernador hizo lo propio, luego de su incursión por el Frente de Todos, donde nunca congenió con los sectores de paladar negro kirchnerista. Rodolfo Martínez Llano respondió anoche a la consulta de este medio. Se limitó a señalar que el vacío de poder y los guarismos electorales obligan a «dar un volantazo». Destacó que ya en oportunidad de evaluarse la designación de Alberto como Presidente del PJ Nacional había expresado que no sería una buena decisión. Anticipó a EL LIBERTADOR que el domingo, en La Otra Campana que se emite por LT7, fijará una posición acorde a la responsabilidad que, como dirigente nacional, tiene.
03-POLITICA-15Lo sucedido ayer fue un verdadero cimbronazo político-institucional, producto de la fuerte interna kirchnerista, luego del calamitoso resultado de las Primarias. El ala dura K, representada por Cristina Kirchner, apuntó los cañones hacia Alberto Fernández por la derrota. Así fue que muchos «albertistas» aprovecharon para reiterar las diferencias con Cristina apoyando al Jefe de Estado. Uno de ellos fue Camau Espínola, que desde hace tiempo decidió alejarse de la ex primera mandataria para cruzar el Rubicón. En la oportunidad anterior, fue con Pichetto hacia el macrismo. Esta vez, la otra vereda se vio representada por el Jefe de Estado, por lo que el Senador por Corrientes no dudó en manifestarse en las redes en franco apoyo frente a lo ocurrido.
Similar postura asumió el vicegobernador, Gustavo Canteros. También lo hizo a través de las redes sociales, marcando postura a favor de Alberto. El ex candidato a Intendente capitalino, padeció a la estructura K durante su campaña, por lo que esta guerra de guerrillas le permitió demostrar de qué lado está, recordando su predilección «sciolista». Y es oportuno mencionar, que este miércoles, también el ex gobernador bonaerense, Daniel Scioli se manifestó a favor de Fernández.
MANIOBRA DE
MARCA REGISTRADA
No fue un hecho menor la decisión de Camau ni de Canteros, así como de otros tantos exponentes del Frente de Todos, ya que lo ocurrido este miércoles marcó un antes y un después en el oficialismo nacional.
El cristinismo le reclamó a Alberto medidas inmediatas para inyectar dinero en la economía local y cambiar los ánimos del electorado, apuntando los cañones hacia uno de los funcionarios con menos aceptación K, Santiago Cafiero. De esta manera, se esperaba que el Jefe de Gabinete y el titular de Economía fueran los primeros fusibles en saltar, para continuar por otros «funcionarios que no funcionaron» (Cristina dixit -octubre 2020-) algo difícil de rebatir.
Importa recordar que Corrientes es un botón de muestra en este sentido. Alberto resistió la designación de Aníbal Fernández, reconocido alfil de la ex Presidente, dejando al PJ en una vacancia inaceptable que terminó con el resultado del 29 de agosto, cuyo costo pagó el Presidente por la notable repercusión que tuvo a escala país, algo obvio que así sería. Fue Corrientes el primer traspié de Alberto como Presidente del Consejo Nacional.
Ante la reticencia del Presidente, de tomar cartas en el asunto cuanto antes, llegando hasta este miércoles 15 (tres días después de la paliza en las urnas de las Primarias) sin novedades relevantes, el cristinismo arremetió con una presentación masiva de renuncias. Precisamente, de los ministros que fueron ensamblados en la mesa chica del poder que ahora se maneja desde el Instituto Patria.
Todo un gesto político de efecto institucional, ya que deja a Fernández tambaleando en el armado de gestión. Se trata de una estrategia ya aplicada por el kirchnerismo de paladar negro en la cuna de este espacio, Santa Cruz y que es obviamente la consecuencia lógica ante un fracaso electoral de la magnitud del domingo último.
Años atrás, cuando Peralta era el Gobernador, osó no respetar los mandatos de Cristina, lo que derivó en que el hijo de la Vicepresidente de la Nación mandara a los legisladores santacruceños a quitarle el apoyo al mandatario provincial, dejándolo en una encerrona pocas veces vista ¿Cómo terminó la historia? Hoy, esa Provincia está gobernada nada menos que por Alicia Kirchner, la tía de Máximo y la cuñada de Cristina.
En este caso, Alberto haría las veces de Peralta. Y la primera estocada no tuvo que ver con las estrategias parlamentarias, sino con la falta de acción ejecutiva. Así fue que «Wado» de Pedro, el ministro de mayor prestigio del Gabinete, y hasta Cabandié marcaron la agenda de ayer con un sacudón administrativo y político.
Reunión con Aníbal
El presidente de la Nación, Alberto Fernández se reunió con Aníbal Fernández. Al salir de la reunión que tuvo a solas con el primer mandatario, el ex Jefe de Gabinete dijo que los cambios debieran hacerse antes del 14 de noviembre. «Fue una buena charla», señaló ante la prensa. Al referirse a las renuncias presentadas, Aníbal opinó que le parecía inteligente lo que hicieron, aunque negó que haya una crisis política. Negó también oficiar de nexo entre la Vicepresidente y el Presidente. Y aunque las versiones lo sindican como probable reemplazante de Santiago Cafiero, le bajó el tenor a ese rumor señalando que el Presidente no le había ofrecido nada.
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