Por Noelia Irene Barrios
EL LIBERTADOR
El próximo 25 de mayo, junto con la fecha patria de la Revolución de 1810, en Corrientes se cumplirán 160 años de un hecho que marcó el rumbo de la historia provincial. Ese día, pero de 1865, tuvo lugar el denominado Combate del Puente de la Batería que inició las acciones aliadas para repeler a las tropas paraguayas que habían invadido la ciudad dando origen formal a la Guerra de la Triple Alianza. El enfrentamiento se llamó así porque ocurrió en el viejo viaducto que hasta mediados del siglo pasado unía la ciudad con lo que hoy es el parque Mitre. Una estructura en la que tiempo antes del gran conflicto, se dio también una anécdota que involucró al entonces gobernador Juan Pujol.
Fue el historiador correntino Francisco Manzi quien dio a conocer la historia de esta estructura en una nota titulada El puente de la Batería, que fue publicada el 30 de abril de 1921 por el prestigioso semanario de alcance nacional Caras y Caretas. En esa crónica, el investigador relata: «El modesto puente de la Batería fue construido más o menos el año 52, bajo el gobierno progresista del doctor Juan Pujol. Como construcción no tiene ningún valor arquitectónico. Solo se le recuerda por su larga y agitada historia. Lo constituye un sólido arco de medio punto, de ocho metros de luz, siendo su altura próxima de cinco metros. Por debajo del arco se deslizan las aguas turbias y correntosas de un riacho que se interna hasta la altura de avenida España y Jujuy y cruza por una zona muy poblada de la ciudad. Fue librado al servicio público en la postrimería del año 52. Esto dio lugar a un curioso episodio».
DESCONFIADOS
Sobre la anécdota, Manzi relató: «Los vecinos de aquel tiempo no confiaban en la seguridad del puente. No conocían la naturaleza de estas antiguas construcciones de arcos y bóvedas. El temor cundió como es consiguiente en todas partes, el tráfico de los carros se paralizó totalmente por espacio de muchos días».
Fue entonces cuando el propio gobernador, tuvo que tomar cartas en el asunto: «Informado el doctor Pujol de lo que ocurría en el vecindario, hizo someter a prueba la solidez de la reciente obra. Para ello invitó a la muchedumbre. El gobernador se puso al frente de un largo convoy de carros y carretas cargadas y los hizo desfilar sobre el puente repetidas veces frente a la concurrencia». Según explicó Manzi, fue solo gracias a esa demostración, que la gente comenzó a utilizar el lugar para pasar.
En la crónica, el historiador también mencionó que el mismo puente fue años después el escenario de la sangrienta batalla con la que se buscó expulsar a los paraguayos que habían invadido la ciudad el 13 de abril de 1865. Y sobre el puente, pese a los acontecimientos que allí ocurrieron, remarcó: «Allí sigue firme en su puesto, desafiando a los años, a las aguas que corren y chocan en sus bases y socavan sus cimientos».
PROGRESO
El viejo puente de la Batería se mantuvo en pie muchos años e incluso, su estructura también sirvió para colocar los rieles sobre los que circuló luego el tranvía eléctrico de la ciudad.
Sin embargo, para 1958, con el entubado del arroyo para construir la gran avenida, la emblemática estructura fue demolida y el paso quedó tapado. Hoy, en la entrada del parque Mitre, hay un gran mural que recuerda la batalla histórica y del viejo puente, solo quedan los registros fotográficos.
La captura de Rimathé
A finales del 1800 y principios del 1900, un fotógrafo de nacionalidad suiza que llegó a la Argentina en busca de un nuevo futuro recorrió el país retratando con su lente la realidad en distintas provincias. Se trató de Samuel Rimathé y uno de los lugares por los que pasó, también fue Corrientes, donde capturó con su lente una imagen distinta del famoso puente de la Batería.
En la postal se puede ver el puente de fondo y, al frente, dos mujeres con niños en brazos, en una casita de barro. La compartieron en el grupo Fotos Antiguas de Corrientes Capital y allí el autor logró capturar la humildad con la que vivían algunos correntinos de entonces.
Voces que todavía se escuchan
Como ocurre con muchos sitios que fueron escenarios de combates, hay quienes sostienen que en determinadas noches, en la zona de acceso al parque Mitre, donde antes se alzaba el puente de la Batería, se escuchan algunos lamentos.
El investigador y escritor Eduardo Galiana recogió testimonios sobre extrañas apariciones en uno de sus libros Aparecidos, tesoros y leyendas. Allí cuenta que, además de oírse lamentos, también se suelen ver sombras o se escuchan sonidos parecidos a los de unas botas marchando. El autor menciona también que los trabajadores de la empresa que entubó el arroyo, hallaron restos humanos sin cristiana sepultura.