Las dificultades que generan las condiciones climáticas muchas veces fortalecen más el valor de la solidaridad. Este es el caso de vecinos del barrio Quinta Ferré de Corrientes, donde los habitantes se enfrentan a serias dificultades debido a la crecida del Paraná.
A partir de una entrevista por radio Continental, se conoció el testimonio de Ramón Araujo, un vecino que se convirtió en un auténtico héroe local al ayudar a los niños a llegar a la escuela.
La situación en esta parte de la ciudad se volvió crítica, con numerosas viviendas ya evacuadas debido al aumento del nivel del río.
«Nosotros, cargamos a los chicos en la canoa, los sacamos de lo que es la casa que ayer estaban habitadas, hoy ya están todos evacuadas. Los llevamos en canoa hasta un lugar seco, donde ya puedan ir caminando a la escuela y después se les espera en el mismo lugar para poder trasladarlos de vuelta a sus casas. Así se mueve la gente aquí. Están los que no quieren dejar sus cosas, y todo lo mueven en canoa, porque obviamente necesitamos comprar lo que es para comer el día a día. Sólo uno de la familia se mueve, otro queda cuidando. No queremos dejar solas nuestras casas por el miedo al robo», señaló en la entrevista.
De acuerdo con lo que se pudo saber, la situación empeoró en los últimos días, ya que el agua ingresó a la mayoría de las viviendas que estaban cerca del río. Actualmente, el nivel del agua alcanzó una altura de aproximadamente 6,50 metros debido a la crecida del Paraná, y sigue aumentando. Los residentes se ven obligados a esperar pacientemente para ver hasta dónde llegará el río y cuánto tiempo tomará para que retroceda.
Ramón también mencionó que, una vez que las aguas bajen, tendrán que ingresar a sus hogares para evaluar los daños y determinar qué pueden hacer para reparar las viviendas. «Quedan muchas casas con mucho daño después de que pasa el agua», lamentó.
Agregó: «Yo vivo hace cinco años en el barrio y es la primera vez que veo que llega el agua hasta este nivel. Alrededor de 20 familias son las que están afectadas por esto, solamente en el Quinta Ferré. Después tenemos en el barrio Virgen de Itatí y también unas cuantas familias más. Y después, tenemos al Sol de Mayo, que está más para allá, pero aquí, en el Quinta Ferré, son alrededor de 20 familias más o menos», dijo.
Finalizó: «Todo lo que es dado de corazón está bien, toda ayuda es necesaria. Soy un laburante que hoy no puede asistir a su trabajo. No tener a donde irte es jodido, dejar tu casa es jodido, porque las pérdidas no se recuperan más. Lo que viene de corazón es bienvenido acá. Son muchas las necesidades», precisó.
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