El precio de los medicamentos se incrementó entre un 15 y 20 por ciento durante la disparada inflacionaria ocurrida a fines del mes pasado. Por este motivo, el Gobierno nacional acordó con laboratorios y cooperativas no aumentar más los costos hasta el 31 de octubre.
Sin embargo, este contexto e incertidumbre económica retumbó de diferentes maneras en los rubros dedicados a la comercialización de fármacos. Respecto al tema, en diálogo con EL LIBERTADOR, el referente del Colegio Farmacéutico de Corrientes (Cofarco), Ricardo Guillermo Peris señaló que «se está trabajando mucho en el mostrador, porque en algunas obras sociales cuando el médico pide tal marca, vemos que se fue por las nubes el precio».
En consiguiente, comentó que creció la fluidez de la comunicación entre el farmacéutico con el paciente/cliente: «Cuando vemos que no va a llevar o no va a cumplir el tratamiento del médico, le decimos que hay otra alternativa con la misma droga, respetando siempre la prescripción médica, la fórmula farmacéutica y realmente hay diferencia», acotó y agregó que «está habiendo muchas consultas desde el punto de vista en el que buscan alternativa en los precios».
RESPALDO
Peris aseguró también que observaron una confianza por parte de los pacientes a la palabra del farmacéutico: «Es algo confiable, un producto trazable, un producto que tiene un origen donde se hace el seguimiento y donde son productos aprobados por la Anmat», enfatizó.
CON AUSENCIAS
Por otra parte, el referente indicó que presentaron problemas de stock en las últimas semanas. «Estamos bastantes complicados, hay productos que llevan más de 10 días de faltantes».
En este sentido, informó que la escasez de fármaco corresponde en su mayoría a laboratorios multinacionales. «Muchos antidepresivos, ansiolíticos, donde es muy difícil cambiar la marca ahí, porque ya está acostumbrado a esa molécula», dijo.
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