La «pequeña París», que se desarrolló por el empuje de hombres de elevados ideales, con el sudor de inmigrantes nutriendo la simiente agrícola, el esfuerzo de pioneros en educación, llegó a través de un guiado turístico al conocimiento del actor y político Luis Brandoni, en la mañana del 1 de septiembre.
En la recorrida por sitios emblemáticos de la ciudad, el actor de larga trayectoria en las artes escénicas (cine, teatro y TV) se maravilló con la edificación construida por decisión testamentaria de Sinforosa Rolón y Rubio, hoy Patrimonio Histórico Provincial, y no ocultó su asombro cuando el guía aportó anécdotas de la vida de la bienhechora mujer, hija de José Jacinto Rolón.
El Hotel de los Inmigrantes y la iglesia Catedral fueron otros espacios que acapararon su atención. El primero de ellos podría ser convertido en Museo del Inmigrante. En el segundo, el visitante destacó la acústica y se sorprendió con el órgano tubular que se halla en el coro. Acompañado hasta la sacristía, que en una humorada la definió como “el camarín del sacerdote”, atento a que allí se reviste con los ornamentos, Brandoni fue testigo de la histórica imagen de la Patrona de Goya que, en los dos últimos años de pandemia salió a saludar y “hablar” a su pueblo desde el Teatro Municipal.
La visita guiada prosiguió por la otrora morada de Camila O’ Gorman y el escenario geográfico donde Goya vio dar sus primeros pasos, para finalmente, arribar a la Casa de la Cultura. Allí, el encargado Manuel Zampar dio la bienvenida y comentó sobre la exposición de obras pictóricas del reciente concurso de manchas “Pintemos Goya”. En este último punto del recorrido y tras observar los magníficos retratos de Sinforosa Rolón y Rubio y de Juan Esteban Martínez, como también otros objetos de alto valor histórico, Luis Brandoni fue a encontrarse con la prensa local; oportunidad que en el inicio de su alocución aprovechó para agradecer a las autoridades y al guía turístico Javier Gauto -integrante de Payé Turismo-, por la deferencia de acercarlo a la historia y la cultura local.
De este modo, el “huésped de honor” sumó a su intensa agenda en Goya un momento relajado y ameno, que desde el turismo le permitió apropiarse del acervo cultural goyano.