El sector citrícola en Corrientes viene pasando por complicaciones debido a dos factores: la economía, que con inflación y trabas para las importaciones encarecen los costos de producción; y el cambio climático, que produce fuertes sequías que afectan las plantaciones.
El referente de la Asociación de Citricultores de Monte Caseros, Miguel Rosbaco, comentó en comunicación con el medio Continental Corrientes que «el sector citrícola no escapa a la realidad de las economías regionales con altos y bajos, y hoy día lo que más complicado está es el limón con la circunstancia de que su precio ha bajado muchísimo».
«Lo que sucede para todos es que los insumos están en precio dólar y las complicaciones de las exportaciones hacen que se vuelquen al mercado local, este se encuentra sobresaturado y eso hace que el precio baje considerablemente», agregó al respecto.
Rosbaco expresó que «los diferentes productos citrícolas están en diferentes áreas de la provincia, por ejemplo, el sector de las naranjas y mandarinas, el 80 por ciento está en Monte Caseros y departamentos aledaños como Curuzú, y el limón está en el Norte, en Bella Vista, Mburucuyá y lugares cercanos, pero es la variación térmica y las condiciones climáticas».
«Una serie de factores, no uno solo hizo que en los últimos años la cantidad de producción citrícola haya disminuido comparativamente en relación a lo que sucedía hace 5 años atrás», detalló.
Por otra parte, la escasez hídrica es otro de los desafíos que hacen mella a los productores, y afectan gravemente a la calidad de la fruta. El portal Momarandú resaltó que citricultores señalaron que la sequía también perjudica al suelo, ya que reduce la actividad microbiana y la fertilidad.
Todo esto lleva a una disminución de absorción de nutrientes de los árboles, indicaron, resultando en frutas con sabor menor intenso y menor concentración de vitaminas y minerales.
Para combatir estos efectos negativos, los productores implementaron diversidad de estrategias, como el riego inteligente, utilizando sistemas que permiten una distribución precisa del agua evitando así el desperdicio.
Además, también se desarrollan en el territorio correntino técnicas de manejo del suelo para mejorar la retención de agua, aumentando así la capacidad para nutrir los árboles, aunque sin mayor éxito.
Remarcaron que las condiciones son complejas.
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