Tras la prolongación del paro de transporte público en la Capital provincial, muchas unidades de remises, como aquellas que trabajan con aplicaciones comenzaron a elevar de manera considerable sus facturas, tal como lo informó EL LIBERTADOR en su edición de la víspera.
La situación llevó al Municipio capitalino a convocarlos a reunión, con cientos de multas labradas en los últimos días, como trasfondo.
El encuentro se concretaría esta mañana y Hugo Rivas, referente de la Federación Argentina de Remises (FAR) fue consultado respecto de la tarifa del servicio, los controles del Municipio y la postura de los choferes.
«La ordenanza dice claramente que se debe cobrar la tarifa mínima al valor del costo de la nafta premium de YPF. En estos últimos días hubo control y sanción por parte de la Municipalidad a las agencias grandes que no cumplían con la ordenanza y estaban cobrando la tarifa a más de 400 pesos y sé que esas agencias están tratando de judicializar este tema, es decir, no pagar esas multas por el cobro indebido de la tarifa mínima. Nosotros vamos a trabajar para que las empresas paguen las multas porque a los choferes cuando incumplen alguna ordenanza o por una infracción en la vía pública deben pagar como cualquier vecino y me molesta que las empresas quieran zafar y no hacerse cargo del incumplimiento de la ordenanza», señaló el dirigente, que asistirá al encuentro con la Secretaría de Transporte comunal.
«Hoy los choferes están presionados porque ésta es su fuente laboral y así mismo están muy molestos porque cerca de 60 compañeros están queriendo cortar el puente, o la ruta o algunas avenidas porque se sienten muy manoseados por estos empresarios que no quieren respetar lo reglamentado. Tengo entendido que en estos días se realizaron cerca de 300 multas por el cobro indebido de la tarifa en alrededor de 4 empresas, el acta no queda por el chofer sino por la empresa porque figura la razón social y el Juzgado de Faltas tiene claro hacia quien dirigir y labrar esa multa», expresó.
TÉRMINOS
Vale recordar que la FAR mantiene una relación tirante con propietarios de remiserías, cuyas habilitaciones muchas veces no están a derecho, endilgando todas las responsabilidades al que conduce la unidad.
Al convite también están invitados trabajadores de los servicios como Uber y Cabify, los cuales también aumentaron sus tarifarios, aprovechando el paro de colectivos. En algunos casos, los valores se duplicaron afectando a los usuarios frecuentes y a quienes se ven obligados a utilizarlas debido a la medida de fuerza de los colectiveros y a la escasez de remises.
.