La semana pasada, el Ministerio de Salud Pública de la Provincia informó, a través de la Dirección General de Epidemiología, que está trabajando junto a la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) en la colocación de trampas para vectores de leishmaniasis. Además, recordaron que realizan controles de animales y personas que puedan tener sintomatología de la patología vectorial.
«Esta actividad se realiza en el marco de la firma de convenio con Medicina, en la realización de actividades de colaboración para abordaje territorial, investigación y, operación técnica y transferencia de conocimientos», dijo sobre estas actividades la directora General de Epidemiología, Angelina Bobadilla.
Según completaron las fuentes ministeriales, a través del Centro Nacional de Parasitología y Enfermedades Tropicales se colocan trampas de luz para capturar flebótomos que son vectores de leishmaniasis. El objetivo es evaluar especies y su dispersión en diferentes sectores de la Capital. La semana pasada se recorrió el barrio Sur.
«La Facultad de Medicina realiza la búsqueda, deja trampas para identificar criaderos y vectores, nosotros desde Salud Pública realizamos el control de animales para ver sí son sintomáticos o no. También hacemos el control de las personas. Hablamos de leishmaniasis cutánea, que aparece con úlceras en la piel. Es una patología que se va extendiendo en la zona tropical y subtropical», precisó Bobadilla.
TENENCIA
RESPONSABLE
En enero de este año se conoció la noticia de varios casos positivos de la enfermedad detectados en perros de un barrio de la zona Sur de la Capital correntina.
En esa oportunidad, la Directora de Epidemiología habló ante algunos medios y se refirió a la relación entre la proliferación del mal y la tenencia responsable y la protección de las mascotas. «Es esencial vacunarlas contra la rabia, consultar regularmente al veterinario y utilizar collares repelentes para evitar las picaduras del flebótomo, el insecto vector de la enfermedad», remarcó. Y en este punto insistió en la limpieza de los hogares para evitar que aparezca el vector.
Datos que pueden ayudar a
reducir los riesgos de contraer el mal
El Instituto Nacional de Parasitología, dependiente del Ministerio de Salud de la Nación, explica en su página oficial una serie de datos para prevenir esta enfermedad. «Las leishmaniasis son un conjunto de enfermedades causadas por parásitos del género Leishmania. Dependiendo de la especie de parásito que infecte, podemos hablar de leishmaniasis visceral o cutánea. Esto sucede porque algunas especies tienen preferencia por las vísceras, específicamente hígado y bazo, causando un agrandamiento de estos órganos que origina la hinchazón del vientre; mientras que otras especies se alojan en la piel causando lesiones típicas llamadas úlceras», precisan.
También aclaran que, si bien pueden infectar seres humanos, los parásitos del género Leishmania se perpetúan en la naturaleza gracias a otros animales que cumplen el rol de reservorios, es decir, animales en cuyo organismo las Leishmania se reproducen y multiplican.
«Pueden ser perros domésticos en el caso de la leishmaniasis visceral, y mamíferos pequeños y silvestres en el caso de la leishmaniasis cutánea. Sin embargo, en todos los casos las leishmaniasis son enfermedades transmitidas por vectores, insectos de la familia de los Psychodidae, cuyo nombre común varía según la zona geográfica y puede conocerse como carachai, plumilla, torito, etcétera. Esto quiere decir que la transmisión ocurre de un animal infectado a uno de estos insectos, que en una segunda instancia, al picar a un ser humano puede inocular los parásitos causando la enfermedad. Estos insectos se distribuyen principalmente en las provincias del Norte de la Argentina», agregan.
Finalmente, resaltan: «Es muy importante un diagnóstico oportuno para acceder a un tratamiento adecuado, dado que estas enfermedades pueden causar lesiones estigmatizantes en piel y mucosas, complicaciones en las vías aéreas y digestivas superiores, o incluso la muerte sin el tratamiento adecuado. Por otro lado, la prevención de estas enfermedades consiste en prevenir la picadura del flebótomo, utilizando ropa de mangas largas y repelentes y eliminando criaderos».

