No acatar las normas de tránsito tiene sus consecuencias y sobre todo demanda un gasto, considerando que en casos que incluye retiro del vehículo puede significar más de 11 mil pesos como mínimo, o pasar en semáforo en rojo puede salir 36 mil pesos.
Constantemente se realizan operativos de tránsito en distintos puntos de la ciudad y en cada jornada se advierten numerosos infractores, ya sea con auto o motocicleta.
En la mayoría de las circunstancias la contravención incluye el retiro de la unidad, situación que tiene su costo.
De acuerdo con lo que pudo saber EL LIBERTADOR, cada vez la multa de menor valor es la que corresponde a falta de documentaciones, de licencia de conducir o de atraso en el pago de seguro, lo que significa un monto de 3.600 pesos.
En estos casos, el agente debe pedir el secuestro del vehículo, a lo que se debe agregar el servicio de grúa que es de 6.220 pesos si se trata de un auto y 1.510 de moto.
Allí no termina el gasto, ya que se debe adicionar el cobro de la estadía de 3 días en el predio en el que permanecerá, que se trata de 1.890 pesos. El monto se contabiliza por tres, por más que se lo pueda buscar al día siguiente a la infracción. En el caso de las motocicletas es de 750 pesos.
HABITUAL
Los incumplimientos que más se pueden advertir en la vía pública es por ejemplo falta de documentación o que esté vencida, más ocupantes de lo permitido, o en caso de las motos es la falta de los espejos retrovisores o ausencia de casco. También demoran a quienes llevan a más de dos personas.
También es muy habitual las multas por pasar en semáforo en rojo, tras lo cual el infractor debe pagar 36 mil pesos, y es una de las más caras y graves por poner en riesgo la vida de otra persona.
En el caso de alcoholemia, también es de gravedad y su valor depende del índice de alcohol en sangre y del resultado de la entrevista que tenga con el Juez de Falta.
«Show» de multas a tutores que dejaron sus autos con balizas para entrar al acto patrio
En la mañana de ayer, una fila de automóviles estacionados con la señal de baliza llamó la atención de un nutrido grupo de agentes de Tránsito que vio la oportunidad de recordar que «si la ley está, hay que cumplirla», según refirió uno de estos funcionarios a EL LIBERTADOR.
Los automóviles detenidos con luces de emergencia -sin nadie en el interior- pertenecerían a tutores de un reconocido colegio ubicado en el centro de la Capital, que en la prisa por participar del acto escolar alusivo al 25 de Mayo, los habrían dejado con baliza a la espera de que la señal bastara para evitar una multa que, tal como establece la normativa, llegó.
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