El «Semáforo» de las 19 Economías Regionales monitoreadas por el área de Economía de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro) alertó de la persistencia en abril del crecimiento de una tendencia negativa en torno a los indicadores económicos en la producción.
El estudio advirtió que, durante ese mes, en todo el país, sólo cinco de ellas fueron referenciadas con color verde, con indicadores positivos, en tanto, una de ellas fue señalada en amarillo y 13 en rojo, empeorando la situación respecto de los meses anteriores.
En este sentido, sólo la yerba mate y la producción de arroz fueron identificadas con indicadores de estabilidad, y en el mismo color que en el mes anterior. Aun así, el estudio precisa que el arroz experimentó una baja de precio en marzo, aunque a nivel interanual aún se mantiene, y está recuperando superficie, pero advierte que sigue reduciendo sus niveles de exportación.
LA GANADERÍA
«EN ALERTA»
El relevamiento advierte que la producción de carnes bovina se encuentra ante un escenario muy diferente y con un «interesante desafío para sintetizar».
En los próximos meses, el sector deberá enfrentar las consecuencias de precios que, si bien se han reducido en marzo, interanualmente todavía se mantienen por el salto importante al expuesto en diciembre, y dentro de niveles de producción medidos a través de la faena estables, pero ante los niveles de demanda tanto internacional como local «más bajos de la última década».
Para el caso de la producción de aves, el estudio también advierte índices desfavorables vinculados al escaso consumo interno, tanto en carne como en huevo, y para el de la producción porcina un grave estancamiento en los precios con costos elevados y un menor consumo.
Bajo nivel de exportación
Otros sectores representativos de la producción, en todo el país, abordados por el estudio son la producción de granos y la de vinos, con magros índices económicos.
Para el caso de los seis principales cultivos de Argentina, advierte de la persistencia de bajos precios al productor que se ciernen sobre un aumento progresivo de costos, en contraste con una leve recuperación productiva saliendo de la sequía y un muy bajo nivel de exportación inclusive respecto a la campaña anterior.
Para el caso de los vinos, finalizando su cosecha, advierte menores volúmenes a los esperados, y precios del vino estancados, casi a la mitad de la inflación, con volúmenes enviados al mercado interno y de exportación menores a los registrados interanualmente.
Volatilidad de precios
y escasa demanda
El estudio, a la vez, advierte que la producción forestal muestra precios del bosque implantado a la par de la inflación, levemente superiores, y que «el nivel de demanda es muy bajo», y que, paralelamente, el sector sufre de una drástica reducción en la exportación.
Para el caso de los cítricos dulces también alerta de la persistencia de «precios bajos», y recuerda que el sector se encuentra a la espera del otoño y el invierno, el período más importante para los productores, coincidente con el inicio de la nueva cosecha.
Para el caso de las hortalizas expone extrema volatilidad de precios, con cambios bruscos mes a mes.
Sobre la producción de mandioca, el informe indica que precios están muy por debajo de la inflación, y en la de maní observa una «leve la estabilidad» respecto a los meses anteriores, vinculada a la recuperación de la superficie y de los precios.
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