La decisión de Alberto Fernández de no ir por su reelección provocó un cimbronazo no sólo en el Frente de Todos, donde casi que se festejó lo anunciado. También en Juntos por el Cambio impactó de lleno en medio de una extensa interna que involucra a cada uno de los partidos integrantes de la alianza opositora.
Aún así, los principales exponentes reconocieron en las últimas horas que esta novedad acelerará las definiciones políticas en JxC. Por estas jornadas de fin de semana, estudian cómo puede impactar el perfil de cada candidato oficialista en la estrategia opositora. Con qué postulante se beneficia más la oposición. A ello agregan el «factor Milei» y el dilema de las Paso.
Hay cierto consenso en torno a que la intriga política que sostenía el Presidente impedía que se avanzara con un proceso de ordenamiento interno en Juntos por el Cambio, enfrascado en pleitos presidenciales y porteños.
Si bien no ignoran que la situación económica puede agravarse, lo que podría perjudicar la campaña oficialista, los del PRO y de la UCR prefieren ser cautos. Analizan distintos escenarios según quién sea el candidato o los candidatos que salgan a la cancha en el Frente de Todos (que más que seguro tendrá una lista única con Wado de Pedro a la cabeza).
Sucede que la interna presidencial entre Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal produce tensiones en JxC y bloquea cualquier intento de estrategia unificada en lo electoral. Al contrario. Luego del cruce entre el Jefe de Gobierno porteño y Mauricio Macri, por la convocatoria a elecciones concurrentes en Caba, la oposición irá a una Paso que promete ser ardua.
Los estrategas políticos de los candidatos opositores releen estudios sobre los efectos en la traslación del voto de las Paso hacia las generales. JxC corrobora que en su experiencia sí se produce un traslado mayoritario, tal lo señalado en Infobae. No obstante, la pelea actual (entre el macrismo y el larretismo) -y la diferencia de perfiles entre los candidatos opositores- les abre un interrogante: habrá un traslado de los votos del candidato perdedor al ganador. Los niveles de virulencia internos y los análisis electorales no permiten hacer una lectura lineal de esa inquietud. La incertidumbre preocupa a la oposición.
A su vez, en el espectro opositor observan que en el oficialismo deliberan el mismo dilema por estas horas. El peronismo recuerda una buena experiencia de elecciones internas, como fue el histórico cruce entre Carlos Menem y Antonio Cafiero, en 1988. Inmediatamente, surge en la memoria las Paso a Gobernador bonaerense de 2015, entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez. Fue un enfrentamiento intenso, con heridos políticos que terminó en la derrota del peronismo en la provincia de Buenos Aires ante María Eugenia Vidal. En el primer caso, el PJ se encolumnó detrás del riojano luego de la interna. Mientras que la Paso bonaerense no corroboró eso: parte de los votos de Domínguez se dispersaron y Fernández cayó ante Vidal.
Ese dilema es qué buscará resolver el Frente de Todos en las próximas semanas: Paso sí o Paso no. Develado ese interrogante, emergerán con mayor claridad los candidatos. JxC aguarda expectante. La mesa política de Larreta considera que, sin Fernández, la candidatura de Daniel Scioli gana fuerza. El Jefe de Gobierno sostendrá su estrategia «anti grieta» y de consensos amplios. En ese sentido, para el «larretismo» es más cómodo confrontar con un candidato del kirchnerismo duro.
En el «bullrichismo» evalúan que, si tomara forma una postulación de Sergio Massa, la ex Ministra de Seguridad puede ser favorecida.
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