En el país, ese índice fue del 6,7%. Es la cifra más alta en los últimos 20 años, acumulando una suba del 16,1% en lo que va de 2022.
03-POLITICA-10La inflación en el Nordeste (NEA) fue del 7,2 por ciento en marzo, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) con la publicación de su Índice de Precios al Consumidor (IPC). Fue la segunda más alta del país, solo por detrás de la región de la Patagonia, donde fue del 7,4 por ciento.
Con este dato, la inflación acumulada en la región en lo que va del año es del 16,4 por ciento y en los últimos 12 meses, 55,7 por ciento.
Los rubros que más aumentaron en esta parte del país en octubre, fueron: educación, 25,6 por ciento; vivienda, servicios y combustibles, 15,4 por ciento; transporte, 8 por ciento; alimentos y bebidas no alcohólicas, 7,7; y prendas de vestir y calzado, 7,5.
A escala nacional, el IPC alcanzó la cifra más alta de los últimos 20 años, con el 6,7 por ciento, acumulando una suba del 16,1 por ciento en lo que va de 2022 y del 55,1 en los últimos 12 meses.
Los medios nacionales pusieron de relieve que la cifra inflacionaria igualó al máximo registrado en el comienzo del gobierno de Mauricio Macri, medido por el IPC Congreso. Prevén un 5 por ciento para abril y el Gobierno busca evitar que el dato anual supere el 60 por ciento.
El índice de precios de marzo volvió a mostrar una fuerte aceleración en relación con febrero, en que el IPC había sido de 4,7 por ciento con un incremento muy pronunciado de los alimentos, de 7,5 por ciento. Para el tercer mes del año, los productos comestibles y bebidas tuvieron una suba mensual de 7,2 por ciento.
La cifra dada a conocer ayer por el organismo estadístico ubica así a marzo entre las inflaciones mensuales más altas del siglo. La más elevada fue la de abril de 2002 (10,4 por ciento) como efecto de la crisis desatada un mes antes y el inicio de la salida de la convertibilidad que incluyó una devaluación del peso.
Más atrás se registra el 6,7 por ciento de abril de 2016, de acuerdo al IPC Congreso, confeccionado por las principales consultoras económicas del país y tomado como referencia por todos los actores económicos. El Indec aún no había reestablecido la medición del IPC nacional tras el fin de la intervención del organismo durante el kirchnerismo y eligió publicar como indicadores alternativos el IPC de la Ciudad de Buenos Aires (6,5 por ciento) y de San Luis (3,4 por ciento). El IPC actual se reanudó en mayo de 2016. También se destacó el 6,5 por ciento de septiembre de 2018, luego de un fuerte episodio devaluatorio el mes anterior.
El Gobierno ya admitía para marzo una cifra por encima del 6 por ciento. El Poder Ejecutivo atribuye el salto de los precios de los últimos dos meses a la crisis en los valores internacionales de los alimentos y la energía como consecuencia de la guerra en Ucrania, y enumera otras economías desarrolladas que también experimentan sus números de inflación más altos en décadas. La Argentina, de todas formas, ya registra un problema de inflación creciente hace al menos 15 años al considerar sólo este siglo.
La inflación de marzo se dará en condiciones distintas a picos anteriores. El dólar no aparece como un elemento decisivo en la evolución de los precios y todavía no se activó una parte importante de los aumentos de tarifas previstos en el programa económico acordado con el FMI
El nuevo pico de suba de precios que se registró en marzo se dará en condiciones distintas. El dólar no aparece como un elemento decisivo en la evolución de los precios. De hecho, acumula un retroceso sostenido al observar los valores paralelos del tipo de cambio luego del acuerdo con el FMI. El dólar blue, por ejemplo, es actualmente más barato que el «solidario».
Además, todavía no se activó una parte importante de los aumentos de tarifas previstos en el programa económico acordado con ese organismo, lo que representará, más a mitad de año, una fuente adicional de presión sobre el ritmo de precios. A pesar de esa situación, algunas consultoras estiman que la primera parte del año será la que tenga los números de inflación más críticos y que debería tender a desacelerar en la segunda mitad, aunque siempre por encima de un piso de 3,5 por ciento mensual, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central.
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