«Debemos tratar de inspirar sentimientos patrióticos no sólo a los que somos oriundos de españoles sino con mucha particularidad a los naturales del suelo americano». Quien lo escribió fue el propio Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, creador de la Bandera Argentina y uno de máximos próceres de la historia nacional. Ese es el comienzo de una de las tantas cartas que el General redactó en Corrientes, cuando pasó por la provincia en una campaña hacia Paraguay.
Se trata también de uno de los textos de puño y letra del General que se muestran al público en el Museo de Sitio Histórico y Arqueológico Casa Molinas en la exposición denominada Belgrano y su correspondencia. Esta es una actividad realizada a modo de homenaje, que recuerda el reciente aniversario del paso a la inmortalidad del prócer. Se puede visitar entre hoy y mañana en la emblemática construcción de la calle Carlos Pellegrini 937 de la Capital.
Las cartas, en las que se puede apreciar la caligrafía y la firma del creador de la Bandera, son copias de algunas de las originales que se resguardan en el Archivo General de la Provincia de Corrientes. Todas fueron enviadas desde el suelo correntino durante noviembre de 1810, fecha en que Belgrano encabezó la expedición hacia Paraguay.
Respecto del contenido de la correspondencia, la mayoría tienen como destinatario al Teniente de Gobernador de Corrientes, Elías Galván con quien estaba en permanente contacto para proveerse de insumos e informar avances en la campaña.
En mayo de 2019, durante la presentación del libro Epistolario Belgraniano, el historiador y director del Archivo, Enrique Deniri hablaba del temple del General. «Definitivamente no es el que aprendimos en la escuela. De las cartas se desprende que era un soldado muy serio, con conocimiento pleno de su profesión, muy claro y concreto en su forma de pensar. Era muy expeditivo: resolvía las cosas muy rápido y de manera efectiva», dijo.
PATRIMONIO
Si bien, el paso del General Belgrano por la provincia fue breve, el prócer dejó su huella imborrable. Especialmente en Curuzú Cuatiá, pueblo al cual fundó el 16 de noviembre de 1810.
Estas cartas son documentos históricos de gran valor para la provincia. Por eso están resguardadas y son de acceso restringido. Sin embargo, el hecho de que ahora estas copias sean expuestas al público son una oportunidad para que los vecinos y turistas puedan tener un contacto más cercano con el mítico personaje argentino a 203 años de su muerte.
Un espacio vinculado
a la gesta libertadora
Casa Molinas ocupa un lugar muy especial en la historia de la ciudad de Corrientes. Más aún teniendo en cuenta una inesperada vinculación con el General Manuel Belgrano.
Edificada por Don Raimundo Molina de Valaguer a fines del siglo XVIII, (1798-1805), el lugar casi se convirtió en un punto de conspiración contra la Revolución de Mayo. Esto se explica en que el propietario era de origen español y estaba en contra de que Argentina sea liberada.
Pero hubo una persona, también residente de la casa que hizo que la historia sea distinta. Fue Doña Dolores Vedoya y Lagraña, la esposa de Don Raimundo, quien se opuso a los deseos de su marido y apoyó la campaña de Belgrano en su paso por Corrientes.
La correntina aportó bienes, hacienda y joyas llevando la voz de la revolución en la provincia.
Hoy, las cartas y algunas pertenencias del creador de la Bandera se exponen en lo que fue su casa.
El carácter marcado en el papel
La grafóloga tucumana Lucía Daluz, miembro del Comité de Ética del Colegio de Grafólogos de la Argentina, hizo una lectura del significado de la firma de Manuel Belgrano.
De acuerdo a su estudio, en la firma del patriota se puede leer la característica de personas que tienen claridad en sus expresiones internas, lo que quiere comunicar y lo que entiende. «También se observa que pertenece a una persona con claros objetivos, con estado emocional estable, inteligencia lógica, en donde predominaba la mente por sobre los sentimientos», señaló para La Gaceta.
Daluz agrega que de las líneas de su firma surge que era una persona culta, con espíritu delicado y evidente distinción de casta; con madurez psíquica y organizado. «Su parte íntima es mantenida en reserva, sintiéndose pleno en el rol social, donde vuelca todo su empeño. Y al ser una firma ancha, con aire, muestra el altruismo, contacto desinteresado y sensible», explicó.
.