El Juzgado de Instrucción N° 3 de Corrientes procesó por abuso sexual con acceso carnal a un kinesiólogo de apellido Acevedo, quien continuará detenido. La jueza Josefina González Cabañas se entrevistó con la víctima y su mamá para explicarles los alcances de la resolución en lenguaje claro.
Este martes, la magistrada resolvió la situación legal del imputado y ordenó su procesamiento por el delito de abuso sexual con acceso carnal del que resultara víctima un adolescente de 13 años.
González Cabañas también decretó la prisión para el procesado, que continuará en la Unidad Penal N° 6.
Desde la Justicia destacaron que la decisión de la jueza fue tomada teniendo en cuenta la totalidad de las pruebas incorporadas a la causa, mediante las cuales se ha podido acreditar la existencia del hecho denunciado y la responsabilidad del imputado como autor del mismo.
El hecho que originó la causa ocurrió en agosto pasado circunstancias en que el adolescente víctima asistió al consultorio para realizar un tratamiento de kinesiología.
Luego de notificar a las partes lo resuelto, la magistrada se entrevistó con el adolescente y a su madre, a fin de explicarles los términos de la resolución y el avance de la causa.
Para hablar con el menor González Cabaña utilizó un lenguaje claro y sencillo teniendo en cuenta presente el principio de capacidad progresiva, el derecho de las víctimas y el interés superior de los niños, niñas y adolescentes.
EL HECHO
La investigación se disparó el pasado 6 de agosto, cuando el adolescente llamó a una línea telefónica gratuita de atención de víctimas de abusos. Apenas los operadores constataron que se trataba de un menor, entraron en contacto con los padres y éstos presentaron una denuncia formal.
La víctima y su hermano de 11 años habían concurrido a su sesión de reeducación postural el día anterior en un centro kinesiológico ubicado en calle Córdoba casi 25 de Mayo. Un profesional joven los atendió mientras sus padres aguardaban.
Cuando finalizaron sus turnos, el responsable del lugar, el kinesiólogo y fisiatra de apellido Acevedo, de 57 años, les pidió que no se fueran porque quería supervisar el avance del tratamiento. El hombre primero hizo ingresar al menor de los hermanos a un consultorio.
Según la investigación, el chico de 11 años estuvo cerca de diez minutos en el lugar. Luego ingresó su hermano mayor, que estuvo una media hora, tiempo en el que habría ocurrido la violación.