Apostar a la actividad física puede significar una inversión muy alta si se piensa en acudir a un gimnasio, considerando que las cuotas mensuales van desde los 10 mil a los 30 mil pesos según la zona.
La actualidad económica no escapa a la oleada inflacionaria y los precios se traducen en el abono del espacio deportivo equipado con aparatos especializados.
Si bien desde hace un tiempo se vino el boom de actividades al aire libre, son muchos los que optan por un sitio cubierto, con entrenadores. Ya sea por comodidad o estatus, los gimnasios continúan con sus clientelas aunque ello se traduzca en miles de pesos.
De acuerdo con un relevamiento de EL LIBERTADOR, los valores son dispares y hay para todo tipo de gustos y sobre todo bolsillos.
Por ejemplo, dentro de las cuatro avenidas, en el barrio Libertad se puede encontrar a 10 mil, 14 mil o 18 mil pesos. En La Rozada desde 10 mil a 14 mil pesos. En el Deportes (centro) a 23 mil pesos y si la búsqueda se hace en el Cambá Cuá los valores ascienden a 23 mil o 15 mil pesos. Incluso, uno en particular sale 30 mil pesos y aparte se paga un plus por el entrenador.
En el barrio San Martín una hora de gimnasio puede salir entre 17 mil y 18 mil pesos. En todos los casos, el valor es por la utilización de las máquinas, es decir, sólo para hacer pesas, complemento. El entrenamiento personalizado se cobra aparte, aunque, en la mayoría, el plan y entrenamiento es parte de la cuota.
Según la exclusividad y el status, hay en casos en que el valor puede incluir la utilización del estacionamiento, considerando que la mayoría de las personas buscan comodidad y horarios convenientes.
FUNDAMENTOS
De acuerdo con lo que se pudo saber en el relevamiento, la tarifa tiene relación directa con las instalaciones, modernidad de las máquinas y el tipo de entrenamiento.
En cuanto a los aumentos, explican que se refieren a un traslado de subas que deben asumir los propietarios como es el caso de alquiler, pago de servicios e impuestos.
Pese a todas estas variante, en general se pudo advertir que la gente sigue eligiendo acudir a un gimnasio, por lo que cada persona busca un sitio que se adapte a sus necesidades ya sea deportivas, económicas y de cercanía.
Uno de los sectores
más afectados
de la pandemia
Durante la pandemia de Covid-19 en el año 2020, los gimnasios fueron uno de los sectores más perjudicados ya que debieron suspender la actividad y cerrar sus puertas como una de las principales medidas de aislamiento. El regreso fue lento, ya que a partir de 2021 fueron autorizados a funcionar, aunque con ciertos requisitos y limitaciones en cupo. Fue un gran perjuicio para empresarios del área, profesores y también alumnos.
A lo largo de la Costanera y en plazas se extienden las paradas saludables
Desde hace unos años en la ciudad inició la instalación de equipamientos para realizar actividad al aire libre. Se trata de maquinarias que ejercitan brazos, piernas y caderas, aptas para efectuar deportes gratuitos en espacios abiertos. Se encuentran ubicados a lo largo de la Costanera Norte, en el parque Mitre, en la playa Arazaty y también en algunas plazas barriales. Se trata de un servicio público de bienestar y salud.
Actividad al aire
libre y el boom
del running
Uno de los hábitos que dejó la pandemia fue realizar ejercicios al aire libre, en muchos casos iniciaron con caminar por la Costanera o algún parque como forma de prevención de contagios y ante la necesidad de mantener una vida saludable. Con ello también surgió el auge del running, grupos de personas que se fueron uniendo por pasión a esa actividad. En la actualidad existen varios grupos donde se puede practicar este deporte.
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