La semana comienza con incertidumbre entre los usuarios de colectivos de Corrientes, y de casi todo el Interior del país, ante la posibilidad de que en los próximos días la Unión Tranviarios Automotor (UTA) ejecute un nuevo paro ante la falta de acuerdo salarial con las empresas y el Gobierno nacional. Por lo pronto, hoy el servicio será normal.
EL VIERNES,
SIN ACUERDO
El viernes, las partes involucradas mantuvieron una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo de la Nación, donde no llegaron a un acuerdo. Incluso, desde el gremio reconocieron que «la negociación está estancada», y que no descartan «la posibilidad de incrementar y profundizar las medidas de fuerza».
Eso fue luego del paro de 48 horas, durante el miércoles y el jueves pasado, que afectó a alrededor de nueve millones de personas en el Interior del país, a excepción del Chaco, Río Negro y La Rioja.
Mañana, se realizará una nueva reunión para intentar destrabar el conflicto, pero de no ocurrir podría definirse inmediatamente un nuevo paro de choferes que tuvo a esos millones de usuarios sumidos en la angustia y la impotencia.
PEDIDO
Los choferes buscan cerrar el mismo acuerdo que lograron a fines de septiembre sus pares del Área Metropolitana de Buenos Aires (Amba). Allí, se establecieron incrementos salariales escalonados: para septiembre, se mantienen los 150 mil pesos que se habían logrado en la paritaria de abril, desde octubre sube a 165 mil pesos, en noviembre serán 180 mil pesos y en diciembre se llegarán a 200 mil pesos.
A eso se suma un pago no remunerativo de 40 mil pesos: 15 mil pesos se deben cobrar el viernes 21, otros 15 mil el 14 de diciembre, y los 10 mil pesos restantes, el 12 de diciembre.
El salario básico arrancó este año a 100 mil pesos, por lo que terminaría con un incremento del 100 por ciento si se cumple la petición del gremio.
LOS SUBSIDIOS
En este contexto, vale mencionar que actualmente el Gobierno nacional tiene un acuerdo firmado con las provincias que vence el lunes 31 que compromete 38 mil millones de pesos en subsidios al transporte para 2022, son 8 mil millones menos de lo que se había acordado en el Congreso para el Presupuesto de este año y que finalmente no se aprobó. A pesar de eso, los funcionarios del Ministerio de Transporte se comprometieron a garantizar ese monto.
Esos 8 mil millones faltantes deberían cubrir las necesidades de noviembre y diciembre, pero con el incremento que está solicitando la UTA, en línea con la inflación, los cálculos previos no cierran tampoco.
Como el transporte de pasajeros es un servicio regulado, las tarifas no aumentaron al mismo ritmo de la inflación, que empuja hacia arriba los costos de mantenimiento y salarios.
ASIMETRÍA FEROZ
A eso se agrega la diferencia notable en el reparto de subsidios entre el Amba y el resto del país, que recibe mucho menos. Esta disparidad viene de hace años, pero desde la pandemia a este tiempo ha puesto en pie de guerra a los gobernadores de todos los signos políticos, que reclaman un mayor aporte de Nación al sistema.
El incremento de la masa de subsidios en este rubro fue uno de los puntos del pliego escrito que la Liga de Gobernadores le envió al jefe de gabinete, Juan Manzur en las horas previas al ingreso del proyecto de Presupuesto 2023 al Congreso.
Sin embargo, en el Ministerio de Economía la idea sobre qué hacer con las partidas de subsidios en 2023 va en otro sentido. En el proyecto de Presupuesto figura una cifra 50 por ciento mayor que la prevista para este año, pero la inflación prevista en el propio Presupuesto es de un 60 por ciento. O sea que ya hay 10 puntos menos de entrada sobre el cálculo oficial. Además, pocos creen que sea realista la estimación de una inflación de 60 por ciento. Todas las expectativas para el año próximo, la ubican muy por encima.
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