El gobernador, Gustavo Valdés inauguró el nuevo edificio de la Unidad Penitenciaria N° 1 (UP1) en San Cayetano, ubicada sobre Ruta Provincial 46, entre Laguna Brava y Puente Pexoa. El mandatario adelantó que la próxima gestión provincial definirá qué se hará con la antigua sede, que tiene más de 100 años de historia y está ubicada en la bajada del puente General Belgrano.
DISCURSO
«Corrientes tiene el centro penitenciario más moderno y seguro de la región. Con 17.000 metros cuadrados de superficie cubierta y capacidad para 720 internos, respeta los Tratados Internacionales de Derechos Humanos y cuenta con los mejores servicios para reinserción de recluso», destacó Valdés.
A la vez, enfatizó que gracias a este imponente establecimiento, que demandó una inversión de 1.900 millones de pesos, se recuperó «un punto clave dentro de la ciudad y somos ejemplo en materia de infraestructura penitenciaria».
Continuando, Valdés dio cuenta, respecto a la función de las cárceles en general, que «son para seguridad y no para castigo, para que se cumpla con el mandato constitucional». «Pasaron más de 130 años y necesitábamos definitivamente terminar con esa cárcel vetusta», consideró el mandatario, en referencia a la vieja UP1.
Luego, recordó el aporte del Gobierno nacional pasado para la construcción de la flamante unidad de condenados. «El ex ministro de Justicia, Germán Garavano nos dijo que podía ayudarnos con recursos de Nación para que podamos concretarla, y así nos remitieron 400 millones de pesos, aunque el Gobierno provincial se hizo cargo del el 75 por ciento de lo que costaba la construcción».
«Está cárcel fue construida con empresas correntinas y tiene tecnología correntina», sostuvo luego. Y remarcó su complejidad y seguridad, subrayando a la vez que «están colocados en cada uno de los pabellones con materiales de calidad de máxima seguridad».
Además, Valdés puso de relieve que la cárcel «es una unidad penal escalable, y puede duplicarse exactamente de la misma manera», y sobre ello planteó que, si existiera la necesidad, «vamos a tener otra unidad similar, porque está hecho en forma de paneles de abeja y podemos seguir ampliándola».
«En definitiva estamos cumpliendo con el mando constitucional, con mano de obra, con tecnología para la modernización de Corrientes», apuntó el Gobernador. Y agregó que se busca «modernizar y generar en todo el departamento de Capital una urbanización en conjunto de manera que podamos pensar y descentralizar el centro de Corrientes, dotándolo de equipamiento urbano adecuado».
Al referirse a cuándo se dará el traslado a San Cayetano de los internos que se alojan en la cárcel sobre avenida 3 de Abril, Valdés informó que «la mudanza será de manera progresiva», estimando que se dará en aproximadamente 30 días.
Luego del acto, la prensa le consultó a Valdés sobre cuál será el destino del antiguo edificio penitenciario una vez que sea desocupado. «El próximo Gobernador es el que lo determinará. Nosotros no tomamos ninguna decisión que tenga que ver hasta que la gente elija el Gobernador», expresó.
De todas maneras, actual mandatario adelantó cuál podría ser el destino del predio en el caso de que lo reelijan en las elecciones del 29 de agosto, al decir que espera que «sea de uso público». Además, recordó que el lugar es «patrimonio privado del Estado provincial».
DETALLES
La construcción de este nuevo establecimiento tomó 30 meses. Allí, los reclusos condenados podrán ser distribuidos en varios módulos funcionales por tipo de delito, conducta y condición de pena, buscando así respetar las normas y tratados de los Derechos Humanos y las exigencias del diseño y vigilancia de los parámetros de edificios federales.
Este complejo respeta los nuevos paradigmas del diseño penitenciario, abierto tipo campus, donde también se eliminan los pabellones comunitarios, determinándose que las celdas albergarán solo dos reclusos por cada una, y algunas de ellas contarán con el equipamiento para aquellos reclusos con discapacidades motrices o movilidad reducida.
Por la amplitud del predio, que consta de 20 hectáreas, el complejo es considerado uno de los más modernos del país, contando con el equipamiento de salud (incluida sala de internación primaria y rayos X), educación (aulas y biblioteca), cocina industrial con equipamiento para la preparación de alimentos a gran escala, culto, recreación, deportes, capacitación con talleres y huertas.
Este establecimiento cuenta con la provisión de todos los servicios, como agua potable por red, energía eléctrica suficiente, además de grupos electrógenos para situaciones de emergencia, telefonía fija y celular, Internet, vigilancia personal directa y por video (150 cámaras) y un sistema autónomo e integral para la mitigación de incendios.
La implantación de este conjunto de edificios permite planificar un crecimiento a futuro, sin modificar el funcionamiento y las condiciones de control y vigilancia.
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