La vía navegable troncal Paraguay-Paraná volvió a ser noticia nacional e internacional esta semana. A nivel local volvió la disputa sobre cuál debe ser el futuro de la administración: una declaración del Ministro de Transporte, Diego Giuliano, generó enojo y presión de parte de privados con el objetivo de agilizar el proceso licitatorio para la explotación, aunque el propio funcionario salió a aclarar que está garantizada la participación de empresas de ese sector. Por otra parte, la discusión sobre el tema profundizó las tensiones geopolíticas que protagonizan China y Estados Unidos, dos potencias con planes para acceder a un activo estratégico a nivel global.
El tema acaparó la agenda durante la semana luego de la intervención del ministro de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, en el Encuentro Argentino de Transporte Fluvial en la Bolsa de Comercio Rosario. Allí destacó la correcta gestión de la Administración General de Puertos (AGP) y consideró que el control estatal permitirá «desarrollo económico y baja de costos». Esta declaración generó diversas interpretaciones y desde el sector privado salieron inmediatamente al cruce.
Entidades portuarias y sectores exportadores consideraron que esta declaración podría significar un cambio de planes. Es que hasta el momento estaba previsto que en el corto plazo el Ente de Control y Gestión de la Vía Navegable (Ecovina) definiera los pliegos para la licitación privada, en la que asoma una fuerte disputa entre empresas chinas y estadounidenses. En ese escenario, la actual gestión estatal será sólo algo transitorio.
En medio de los rumores y presión pública por parte de privados, el propio Ministro publicó un tuit en el que aclaró que el desarrollo del transporte fluvial necesita de «la sinergia del sector público y privado», al referirse a inversiones y obras de infraestructura, con un enfoque multimodal. «Será fundamental para lograr el crecimiento económico y la Argentina grande que nos merecemos», manifestó.
Ante las diversas interpretaciones, desde el Ministerio de Transporte aclararon que el propio Ministro hizo hincapié en la participación pública, pero también en la injerencia de privados para la explotación de la Hidrovía. De esta manera casi que descartaron la posibilidad de una administración exclusivamente estatal en el largo plazo. El Ecovina continuará su gestión, consistente en la administración provisoria, elaboración de pliegos y posteriormente de la licitación.
Sea con destino privado o público, lo que se mantiene firme es la conformación del Ente de Control con sede en Rosario, que luego de la designación de su nuevo presidente, Abel de Manuele, incorporó a un rosarino entre sus filas. Se trata de Juan Gabriel Soriano, quien hasta hace poco se desempeñaba como coordinador de las provincias de la región Centro en la Comisión de Regulación del Transporte.
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