La ecologista Marisi López, miembro de Conservation Lund Trust y del Comité Iberá, ente público-privado que promueve políticas públicas en el parque Iberá y su área de influencia, distinguió la creación de la Reserva Provincial del Iberá como un paso crucial en la historia de Corrientes.
«Al cumplirse cuarenta años de la creación de la Reserva Natural del Iberá, podemos aprovechar para mirar un poquitito desde ese momento histórico hasta ahora», expresó y destacó «es un paso crucial que se animaron a dar para pensar en el futuro, no solamente para Iberá».
Este hecho, «para todos los correntinos fue fundamental porque a partir de ahí se comenzó a pensar en una forma distinta de mirar al Iberá, una forma de conservación y de todo lo que devino después, para la producción de naturaleza».
«Este primer paso de conservación, consistió en cambiar el accionar de estos hombres que eran mariscadores, luego convertidos en los primeros guardaparques, guardafaunas», resaltó.
«Luego vinimos nosotros como fundación y otras personas que nos juntamos por el Iberá, para ayudar en la conservación, y además, hacer una conservación activa», resaltó López.
La Coordinadora del Proyecto Iberá distinguió como con Rewilding, Corrientes ha podido trabajar no sólo con lo que había quedado, sino también en la recuperación de las especies extintas, para tener un ecosistema completo. «Esto es lo que permitió que hoy se termine en la producción de naturaleza, que es tener más atractivos turísticos, y lo que significa en más trabajo local y más ingresos económicos a partir de ese hermoso parque Iberá, bien conservado y bien completo».
«Hoy no queda más que agradecer a esos hombres que hace cuarenta años tomaron la decisión de preservar el Iberá con esa decisión tan clara de conservación, sumarnos y ahondar esfuerzos en seguir trabajando juntos por generar cada vez más una conciencia de conservación, y de protección de nuestro Iberá, con más empleo y desarrollo local en nuestra tierra, y con el orgullo de decir: estamos protegiendo lo nuestro, lo de todos los correntinos», concluyó.
La Reserva Provincial Iberá fue creada el 15 de abril de 1983 mediante la Ley Nº 3.771, siendo el primer paso en un largo camino hacia la conservación de uno de los ecosistemas más importantes de América del Sur.
La creación de la Reserva marcó el inicio de las acciones tendientes a la conservación de los recursos naturales por parte del Estado provincial con un cambio de paradigmas frente al Medio Ambiente, la Biodiversidad, la Producción de Naturaleza y la Sustentabilidad de los Recursos Naturales.
Ubicados en el corazón de la provincia de Corrientes, en el Litoral argentino, los esteros del Iberá representan uno de los mayores reservorios de agua dulce del planeta y hoy son prioridad número uno para el Estado provincial, enlazando también al desarrollo local y fuentes de trabajo genuinas relacionadas al ecoturismo, la historia y la cultura, para municipios continuos y contiguos.
Los esteros del Iberá, en idioma guaraní significan «agua que brilla», son un complejo ecosistema acuático y terrestre ubicado en el Centro Norte de la provincia de Corrientes, que se extienden por más de un millón trescientas mil hectáreas y cuyas características lo convierten en un sistema único en Sudamérica, en el que viven más de cuatro mil especies de plantas y animales.
POLÍTICA DE ESTADO ESTRATÉGICA
Este trabajo, ha hecho que, en el presente, Corrientes defina al turismo como política de Estado estratégica para abordar también al Iberá como un desafío y la oportunidad de posicionar a la provincia como destino turístico cultural, motor de desarrollo de su identidad, a través de una naturaleza privilegiada y una cultura plena de historia y tradición.
El Fortalecimiento del Proyecto Iberá incluye al parque y la Reserva Provincial, y es un factor predominante para el Desarrollo de la «Micro Región Iberá», para los departamentos y municipios que la limitan y conforman, sobre la base del concepto de una conjunción respetuosa que enlaza conservación y desarrollo sustentable, producción de naturaleza y desarrollo local.
La flora existente es riquísima en árboles nativos como el espinillo, lapacho, palmera yatay, jacarandá, orquídeas y mburucuyá. Hay dos tipos de plantas acuáticas: las que surgen desde el fondo formando pajonales, y las formaciones flotantes como los camalotes y embalsados. La belleza del Iberá se ve enriquecida por una abundante cantidad de irupés, nenúfares, lentejas, repollitos, lirios, jacintos de agua y helechos pequeños. Se desarrolla una variada y sorprendente vida animal, que incluye especies en peligro de extinción como el aguará guazú, el lobito de río, el venado de las pampas y el ciervo de los pantanos, además de yacarés, carpinchos, monos carayá, corzuelas y otras especies reconocidas como Monumentos Naturales de la Provincia de Corrientes.
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