En épocas de redes sociales, éstas parecieran servir de ring para quienes otrora dirimían las diferencias tête à tête. Una especie de escenario belicoso, con el Twitter de vedette, en el que valen decirse cosas que luego, in situ, se obvian. Ello quedó demostrado con la «arremetida virtual» del Intendente libreño contra un cuestionamiento del Gobernador contra Nación. Al otro día, compartieron juntos y sonrientes una jornada completa. Tanto para radicales y justicialistas, entre el mandatario provincial y el municipal hay intereses compartidos, pero de índole estrictamente políticos. En 2019, la especie habría quedado más que en evidencia.
03-POLITICA-18El intendente de Paso de los Libres, Martín Ascúa intentó ser noticia en las últimas horas cuestionando a Gustavo Valdés por dichos de éste en contra de la estrategia del Frente de Todos nacional sobre la integración del Consejo de la Magistratura.
El Jefe comunal libreño utilizó Twitter, la red social más recalcitrante de la que la mayoría de los políticos se valen para anunciar logros de gestión, pero también (las más de las veces) para confrontar y colaborar con el sostenimiento de la grieta.
Lo virtual monopolizó las interacciones y más todavía, las peleas. Fue así la crítica de «Tincho» contra Valdés (ver gráfica). «Me veo en la obligación de aclarar que en Corrientes el Jury de Enjuiciamiento está integrado sólo por legisladores oficialistas (UCR + ECO) y la oposición no puede participar. Algo similar ocurre en el Tribunal de Cuentas», resaltó el mandatario municipal. Un ensayo de justificación ante la cuestionada maniobra del Frente de Todos en el Senado, de una división adrede para ocupar más poltronas en el órgano de contralor judicial de la Nación.
Uno de los errores de Ascúa fue el hecho de no ahondar sobre lo acontecido, sino contrastarlo con la situación local, cuestionando solamente esta última y no mencionar la polémica vigente.
Pero otro yerro estratégico, y tal vez el peor, fue hacerlo replicando el tuit del Gobernador, quien habló de «atropellos» contra la República. No por su contenido, sino por su temporalidad. Lo hizo un día antes del arribo de la comitiva provincial a la ciudad fronteriza.
O sea, dos errores no forzados que en tenis hubieran significado perder un set clave ¿Por qué? Porque Ascúa pretende mostrarse ante Buenos Aires y los compañeros correntinos como un referente justicialista; pero al manifestarse de esta manera, se vio obligado a sostener en vivo y en directo lo que «cacareó» en las redes. En otras palabras, los libreños y los peronistas posaron su atención en el accionar de «Tincho».
¿Qué ocurrió? El envalentonado Intendente evitó recordar lo de Twitter e hizo de anfitrión de primera con Valdés y la comitiva oficial, que desplegó una amplia agenda en Paso de los Libres. Es más, el Jefe comunal siquiera evitó las fotos, encabezando los actos y demás.
Un símil de lo que acontece con el Gobernador. Que también despotrica contra el Gobierno central, pero luego sabe ir al pie. Así lo mostró en el VIP del aeropuerto de Posadas, Misiones, cuando el Presidente arribó para recorrer las zonas incendiadas. El mandatario provincial no dudó en reunirse a solas con Alberto Fernández y solicitarle diferentes ayudas.
RECUERDOS
INTACTOS
En definitiva, después del desafiante tuit, todo fue camaradería. Si bien Ascúa se excusó alegando respeto protocolar, lo cierto fue que a muchos se les encendió la luz de alerta.
Hay recuerdos frescos de lo ocurrido en 2019, cuando se supo que el Gobierno radical habría financiado la campaña de la denominada «liga de los intendentes» justicialistas, que determinó la pérdida de un senador para el PJ. Se trató de un entendimiento que por entonces fue vox populi.
También sirvió para que dentro del justicialismo se ratifique que un intendente no tiene espaldas para ir al frente de una estrategia político-electoral. Es que siempre terminará subordinado al oficialismo provincial, por propias vicisitudes de gestión.
Este tipo de acontecimientos retrotraen al patético ejemplo de lo ocurrido con Fabián Ríos, al que la sociedad con Ricardo Colombi se llevó puestas las aspiraciones del PJ de gobernar la Provincia. Fue el tiempo en que el ex Intendente de Capital promovía la reelección del mercedeño, a la cual el Congreso justicialista -en pleno- le dijo que «no». Luego, la decisión de adelantar las elecciones de Capital determinó no sólo la derrota en el principal distrito electoral, sino definió lo que fue la posterior caída en las elecciones de Gobernador.
En otras palabras, hay inquietud en el partido de Perón de que el libreño protagonice una «remake» que perjudique al justicialismo todo, como ocurrió en tiempos de la ahora desmembrada «Cooperativa».
Con los radicales de Chubut
Gustavo Valdés retomó su rol de exponente nacional de la UCR. Lo supo hacer el año pasado, acompañando a Gerardo Morales y a Facundo Manes. Supo marcar presencia en Misiones, Santa Fe, Entre Ríos y Santiago del Estero, así como en Buenos Aires. Ayer, lo hizo en Chubut. El mandatario provincial viajó a la provincia sureña para acompañar el plenario partidario que este sábado eligió de manera unánime a Damián Biss, intendente de Rawson, como presidente a escala provincial. «Chubut va a volver a ser de la Unión Cívica Radical», dijo Valdés y alentó a continuar fortaleciendo la unidad radical para «construir una alternativa superadora de país».
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