En coincidencia con lo que se advirtió desde EL LIBERTADOR este viernes 23, en cuanto al contexto latente más allá del fuego, con los sectores productivos en jaque por la seca histórica, el mandatario provincial definió ayer estirar hasta julio de 2023 el estado de desastre con los alicientes que ello incluye en materia tributaria y crediticia. Ahora, la «mbopa» quedó en manos de los legisladores nacionales, que deberán acelerar los pasos con Nación para efectivizar el escenario faltando menos de treinta días para que expiren los beneficios. El interrogante es si el Gobierno nacional lo incorporará a la agenda en un mes difícil.
20-CONTRATAPA-23El gobernador, Gustavo Valdés rubricó la medida que prorroga el estado de emergencia y desastre agropecuario por el plazo de 180 días a regir desde el primer día del año que viene. O sea, hasta julio de 2023, los productores continuarán con el calendario especial de vencimientos de impuestos y créditos provinciales, así como con las asistencias dispuestas por el Ministerio de Producción.
La tapa de EL LIBERTADOR de este viernes 23 fue clara y contundente, respecto a la descripción de un escenario -para muchos- subrepticio, relacionado con el impacto de la seca en los distintos rubros productivos.
Si bien, el mayor de los temores se refleja en la ferocidad de las llamas, también acaecidas por la escasez hídrica, es un problema mayúsculo el contexto que padecen los emprendedores agropecuarios.
Como se dijo en la edición de ayer, «Valdés tiene la decisión de ponerse del lado de los productores», por lo que darle formalidad a esta prórroga asentó la decisión oficial de estar al pie del cañón en el mes que se avecina y que preocupa.
Es que Corrientes no escapa a una realidad del país, con la seca que ya afectó la demanda de hacienda, que está con los mismos valores de marzo último. Los campos de las distintas regiones de la Argentina tienen afectadas sus pasturas, así como colapsadas las aguadas con ríos y arroyos cortados. El Gobernador de Entre Ríos, este jueves 22 primereó al declarar la emergencia, poniéndose del lado de los productores.
Fue así que Valdés se convirtió en el segundo en estampar su firma para dejar vigente una medida más que necesaria. Fue a través del Decreto N° 3.771/22, que contempla a todas las actividades productivas, abarcando a todo el territorio provincial, bajo el argumento -más que certero- de que se tomó la decisión «debido a la continuidad de las condiciones de sequía y de los daños generados por ésta».
Se informó de esta forma que el Gobierno de Corrientes, a través de la cartera que dirige el ministro, Claudio Anselmo, «continuará otorgando a los productores afectados que acrediten su condición mediante la presentación del certificado de emergencia agropecuaria, los siguientes beneficios: prórroga de vencimientos de impuestos y créditos provinciales, asistencias dispuestas por el Ministerio de Producción de la Provincia con recursos disponibles de su partida presupuestaria y asistencia técnica y financiera».
En esferas del Banco de Corrientes, se trabaja por estas horas en una batería de medidas compatibles con las necesidades directas derivadas de la seca.
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