El panorama para el sector maderero en la provincia es complejo, y tras problemas con la inflación, tarifazos y desabastecimiento de gasoil, ahora la falta de divisas dificulta la compra de insumos y, por lo tanto, miles de empleos se encuentran en riesgo.
La Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima) compartió su preocupación por la falta de dólares, que impacta directamente en la capacidad de las empresas, pequeñas, medianas y grandes, de importar insumos. Esta problemática produce la suspensión de trabajadores del sector.
Según informó la Federación, se trataría de alrededor de 1.500 los puestos laborales, tanto directos como indirectos, lo que corren riesgo de ser afectados, de las provincias de Corrientes, Entre Ríos y Misiones.
La complicación pasa por la incapacidad de importar insumos para la madera contrachapa, uno de los principales productos de la industria. Estas «utilizan en su proceso de producción insumos importados como el fenol para la resina fenólica, y en revestimientos como el filme, destinado principalmente a la industria de la construcción para el hormigón visto y una mayor vida útil del producto», aclararon en un comunicado.
Estos insumos, continúa el texto, no tienen producción nacional en la escala necesaria para la industria, y su faltante ya está generando la suspensión de las principales firmas del sector.
De los empleos que podrían verse afectados por la situación, más de 500 son directos y otros 1.000, indirectos. Esto provocaría consecuencias económicas en las provincias, y, según pasan las semanas, el escenario no muestra mejoras.
Otro de los productos cuya importación se ve imposibilitada son las CCA, fundamentales para la impregnación de postes de madera, fundamental para industrias como la energética y vitivinícola. «El impacto de la escasez alcanzará la semana próxima a más de 100 empresas del sector, que emplean en promedio 15 personas, por lo que se estima que alrededor de 1.500 personas estarán suspendidas», lamentaron.
Por otro lado, el sector de bienes finales muebles ya nota el faltante de insumos esenciales y, por tanto, una merma en sus niveles de producción y empleo.
Faima estima que el impacto de la situación afectará, de manera directa, a más de 5.000 puestos suspendidos, y un número similar en otras actividades.
Al respecto, las autoridades de la Federación que nuclea a empresas de la industria maderera solicitaron al titular del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, «arbitrar los medios necesarios que aseguren al sector en su conjunto el acceso al mercado de divisas, así como una audiencia para aunar esfuerzos y encontrar soluciones».
ESCENARIO
COMPLICADO
En la edición de EL LIBERTADOR del lunes 18 , se publicaron las declaraciones del presidente de la Asociación de Madereros de Santo Tomé, Raúl Falero, quien explicó que las grandes forestadoras incrementaron sus precios en un 90 por ciento, complicando la rentabilidad de las Pymes de la industria.
Sumado a eso, tarifazos en el servicio energético, sequía e incendios generan una combinación que resulta en un escenario poco esperanzador para el sector.
«Venimos amortizando los costos y absorbiendo la pérdida de rentabilidad día a día, para seguir trabajando, atendiendo a nuestros clientes y manteniendo las fuentes de trabajo. Si decidimos parar la producción, después sabemos que será mucho más difícil volver al mercado», indicó Falero. Agregó, además, que los costos no se pueden trasladar a los precios finales, ya que afectaría en la pérdida de clientela.
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