La reciente aparición de un aguará guazú en la Costanera de la Capital correntina generó el interés, tanto de personas que transitaban por la zona como de las fuerzas de seguridad, cuyo rápido accionar permitió poner a salvo al ejemplar.
Se multiplican, así, los casos de avistamientos de fauna silvestre en áreas urbanas y, pese a que se volvió casi una constante, especialistas y proteccionistas advierten que estos episodios «no deberían interpretarse como una curiosidad o un espectáculo, sino como una señal de alarma».
El ambientalista, Luis Martínez dio detalles a EL LIBERTADOR de los recientes casos acontecidos y comentó que no se trata de hechos en los que los animales invaden las ciudades, «sino de que son expulsados de sus hábitats naturales, debido a la deforestación, el avance de la urbanización y otras formas de intervención humana».
«PÉRDIDA DE
ECOSISTEMAS VITALES»
A través de un posteo en su cuenta de Instagram, Martínez resaltó que la presencia de ejemplares en zonas urbanas «refleja el deterioro ambiental y la pérdida de ecosistemas vitales. Al verse obligados a desplazarse, estos animales quedan expuestos a múltiples amenazas, como el tráfico y la tenencia ilegal de fauna, la caza furtiva y los atropellamientos en rutas y caminos», indicó.
Un hecho similar ocurrió en la vecina provincia del Chaco. Fue en Resistencia, donde un aguará guazú apareció en una vivienda. «Ante estos escenarios, es muy importante dar aviso a las autoridades para que ellas puedan realizar los procedimientos de rescate adecuados», explicó el ambientalista.
Así, dado el aumento de episodios, Martínez describió que «cuando un animal silvestre aparece en una zona urbana, está buscando alimento, agua o refugio, elementos que ya no encuentra en su ambiente natural», y luego añadió: «Este fenómeno nos interpela como sociedad y nos recuerda la urgencia de conservar los ambientes nativos, promover y reforzar la convivencia respetuosa con la fauna silvestre».
En esa misma línea, el reconocido ambientalista cuestionó la naturalización de estos episodios y llamó a tomar conciencia: «Por el contrario, deberíamos alarmarnos y hacer un llamado urgente a proteger los ambientes naturales que hoy están siendo destruidos. La provincia del Chaco, en particular, continúa perdiendo hectáreas de ecosistemas por el avance del desmonte», concluyó.
Tráfico ilegal, mascotismo y atropellamiento, otros problemas
El ambientalista, Luis Martínez también habló de otros casos que afectan a la fauna silvestre. «Queda en evidencia la fragilidad de los animales silvestres al estar expuestos son mucho más vulnerables a escenarios como el tráfico ilegal de fauna, mascotismo, y el atropellamiento», señaló y agregó que se registra una importante cantidad de choques «a una gran variedad de especies, y no hay una sanción genuina, contundente y severa para aquellas personas que atentan contra los animales, sobre todo en aquellas áreas donde hay límites de velocidad y donde no se respetan».