Bajo el lema «Desafiando fronteras, creando futuros», un grupo de jóvenes estudiantes de la Universidad Nacional del Nordeste ideó, creó y organizó este encuentro pionero en la región. El objetivo fue conectar futuros profesionales con los referentes más importantes del campo y la industria.
o que empezó como un sueño entre compañeros de pasillo, se convirtió días atrás en una realidad que superó ampliamente sus expectativas.
Meses de trabajo y numerosas reuniones, más de veinte estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) le dieron vida al primer Congreso de Estudiantes Agropecuarios del Mercosur (Ceagro) en el Campus Sargento Cabral.
El objetivo fue claro desde el comienzo: «construir un espacio donde el campo y la industria puedan encontrarse».
«Lo que nos motivó fue que no se había hecho algo así antes», comentó Luana Cassiet, vicepresidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias. Además de ser estudiante del último año de Ingeniería industrial y formar parte de la organización de este novedoso encuentro desde el comienzo. La idea de ser los primeros en realizar un congreso de esta magnitud los impulsó a superar todos los desafíos.
Una distinción especial al esfuerzo
Entre los logros que esta primera experiencia cosechó se encuentra que fue declarado de interés legislativo por el Honorable Consejo Deliberante de la Municipalidad de Corrientes.
Esta distinción fue alcanzada por ser «una iniciativa inédita, impulsada por estudiantes, que busca consolidar un espacio académico, profesional y humano de integración regional, convocando a jóvenes, docentes, profesionales, instituciones y empresas de todo el Mercosur», detallaron desde el Consejo.
Tras conocer la noticia, desde la organización no tardaron en expresar su orgullo: «queremos agradecer a todos los que formaron parte: a los disertantes, a cada sponsor por su apoyo y, sobre todo, a cada visitante que se tomó el tiempo de caminar, escuchar y ser parte de esta edición».

Desafíos y oportunidades
El evento, no fue solo un ciclo de charlas. El equipo organizador armó una agenda completa y dinámica. Mientras un grupo asistía a conferencias con disertantes de diversos puntos del país -incluyendo a la presidenta de Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y referentes de empresas como Adecoagro-, otro recorría estaciones del Inta, estancias y el parque industrial de Puerto Tirol. «Era para que todos tuvieran una experiencia completa», explicó Luana sobre la dinámica que se dio en paralelo para estudiantes de Agronomía e Ingeniería Industrial.
Durante las dos jornadas que se desarrollaron, las temáticas abordadas se centraron en tres ejes estratégicos: producción sostenible, la innovación tecnológica, la transformación digital, el liderazgo y la gestión agroindustrial. La propuesta de cada día incluyó conferencias, paneles temáticos, capacitaciones y espacios de intercambio con referentes del sector.

PLURALIDAD
Llegaron delegaciones de distintas universidades nacionales, como la Universidad Nacional de Misiones y la Universidad Nacional del Salvador. También arribaron en nuestro suelo correntino jóvenes de Brasil y Uruguay. Aunque el congreso fue pensado «por y para los estudiantes de carreras afines», las puertas estuvieron abiertas para docentes, empresarios y cualquier persona interesada en incorporar más saberes en torno al sector.
Para Cassiet, las charlas más el aprendizaje que dejaron fueron lo más valioso del encuentro. «Es importante escuchar a disertantes que están en el mundo laboral y aprender de su experiencia», comentó y destacó que las ponencias dejaron «huella en los asistentes». La devolución de los participantes fue muy buena, ya que «todos destacaron la buena organización, especialmente por ser la primera vez que se hacía».
Detrás del éxito hubo un gran trabajo en red. SE conformó un gran grupo que contó con el apoyo de la facultad, el rectorado de la Unne, los docentes y numerosos sponsors. Esto fue fundamental para que el proyecto se concretara. «Sin ellos no hubiera sido posible», aseguró Cassiet.
En un momento de la entrevista, Luana se tomó un tiempo para hacer una mención especial en agradecimiento a la docente Thea Beláustegui, quien los animó e impulsó a seguir adelante.
Con la satisfacción del deber cumplido, el equipo ya piensa en los objetivos que se propuso para el futuro. «Ojalá sea la semilla inicial para que esto se pueda seguir haciendo año a año», concluyó Luana.

