Cuando se habla de la crisis hídrica, los principales afectados a los que se tienen en cuenta son los sectores productivos. Sin embargo, la fauna autóctona también está sufriendo -hace casi dos años- las consecuencias y, a esto debe sumarse los continuos focos ígneos que amenazan la provincia. A tal punto que, en el último tiempo se volvió más usual la presencia de animales silvestres en distintas ciudades. Esas apariciones guardan una estrecha relación con la emergencia ecológica.
La médica veterinaria, Lucila Citón, dijo a EL LIBERTADOR que la falta de agua es otro de los factores que hace que los animales busquen nuevos refugios. Pero también explicó la importancia de tomar conciencia sobre la pérdida de hábitat que están sufriendo las distintas especies. «En primer lugar tenemos que preguntarnos si no somos nosotros los que estamos yendo a los ambientes naturales», reflexionó.
Para entender la situación, Citón explicó que hay que tener en cuenta la constante expansión demográfica. «Las ciudades crecen, y no lo hacen de manera planificada, simplemente se van asentando casas y emprendimientos inmobiliarios. Y cuando se hace eso no se toma en cuenta a los animales, se desmonta.» También agregó que a esto deben sumarse «la producción ganadera y las industrias forestales. Pero hacen lo mismo, quitan los ambientes nativos y obligan a los animales a desplazarse hacia donde ellos pueden encontrar recursos».
DESPLAZARSE
En lo que respecta a la escasez de los cuerpos de agua, resaltó: «La sequía es algo que sí o sí va a influir. Los animales van a desplazarse hasta que encuentren el recurso, y pueden hacerlo o no, hacia las ciudades. Hay que tener en cuenta que la ciudad de Corrientes está rodeada por el río. Entonces, el recurso está muy cerca», enfatizó la especialista, quien además se desempeña como becaria doctoral en la Estación Biológica Corrientes (Cecoal – Conicet).
PARA SOBREVIVIR
Este medio también habló con la Coordinadora del Área de Difusión y Educación Ambiental del Centro de Conservación Aguará, Catalina Mancedo, quien resaltó que «todos los animales que lleven su vida relacionada con los cuerpos de agua, cada vez se están acercando más a las zonas urbanas», destacó.
Y añadió que esta situación se da sobre todo en aquellos barrios que viven rodeados de ambientes naturales, que es el «hábitat de estos animales», resaltó.
También mencionó que los yacarés al buscar acceso al agua, se acercan a la pileta de los vecinos, ante esa situación tenemos que ser responsables. Y entender que cada especie cuenta, y nos ayudan con muchos beneficios, biológicos, ecológicos, ambientales y nuestro trabajo es aprender que su ambiente está siendo muy afectado.
Sin ir más lejos, recientemente el Centro compartió a través de sus redes, un video de un ejemplar de yacaré que fue rescatado de una zanja que estaba a punto de secarse.
Recomendaciones
- No molestarlos, no acercarse y no intervenir. Ellos están atravesando una situación de estrés, mantener una actitud de empatía y de respeto.
- En el caso de ver animales lastimados, comunicarse inmediatamente con el Centro de Conservación Aguará.
- Alejar a las mascotas domésticas. Para evitar que éstas puedan lastimar o matar a los animales silvestres.
- No alimentarlos, ni darles agua. Ellos tienen una alimentación completamente diferente y podemos dañarlos, porque no están habituados y por otro lado podemos generar un acostumbramiento.
«Necesitamos conocer para aprender y cuidar a nuestra fauna autóctona»
Con la crisis climática es muy factible que muchos animales, entre ellos las serpientes, busquen nuevos lugares. Y el verano suele ser una temporada donde aumentan los casos de mordeduras. Por esa razón, EL LIBERTADOR habló con Catalina Mancedo, del Centro de Conservación Aguará para saber cómo evitar este tipo de accidentes.
Mancedo hizo hincapié en la importancia del respeto y la conservación de la fauna, para prevenir mordeduras. «Las serpientes nos ayudan a ser controladoras de plagas, de roedores, sobre todo. Y algunas especies se comen a otras que son venenosas», enfatizó. Además, explicó que «todas cumplen un rol importante dentro de nuestro ecosistema».
PRECAUCIONES
Se recomienda usar ropa ancha, pantalones largos, botas de caña alta con suela dura, tener cuidado al mover troncos, piedras, madera. No introducir las manos en árboles con grietas, cuevas, nidos y/o fogones abandonados. Mantener cautela al atravesar áreas desconocidas (montes, zonas inundadas, pastizales).
MALAS COSTUMBRES
Es algo habitual, que ante una picadura, las personas decidan matar a la serpiente para evitar que el hecho vuelva a ocurrir. Ante eso, Catalina subrayó que «se trata de una mala costumbre que tenemos». Las matamos porque no las conocemos, no nos gustan, les tenemos miedo, pero no somos conscientes del terrible daño ambiental que estamos causando».
Por último, Mancedo hizo hincapié en que «hoy en día estamos en una problemática muy grave, y tenemos que coexistir. La urbanización está creciendo, la gente se va a vivir a esos lugares que les ofrecen contacto con la naturaleza, pero no respetan la vida de estos animales».
«La Provincia tiene entidades que se ocupan del cuidado, el rescate y la protección», concluyó.
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