Aun cuando Ricardo Colombi hizo pública su aspiración de seguir como presidente del Comité Central de la UCR de Corrientes, calificadas fuentes del oficialismo radical pusieron en duda que esta posibilidad pueda darse.
Según tales fuentes, Gustavo Valdés entendería que el perfil del mercedeño no va en sintonía con los nuevos vientos que soplan en el radicalismo nacional ni se asocian con la declarada intención del Gobernador de posicionarse de cara a 2023. Las últimas declaraciones de Colombi, fuertemente criticas para con el partido de nivel nacional, no cayeron bien en la esquina de Salta y 25 de Mayo, donde se extrema la prudencia en el armado que viene por delante y donde los actores que ponga el radicalismo de Corrientes en la escena nacional deben contribuir a los objetivos preestablecidos por el mandatario, que fueron anticipados hace ya varios meses por EL LIBERTADOR.
Por lo demás, Gustavo Valdés mira hacia 2023. En la nota exclusiva al diario Clarín, pareció clara la respuesta cuando dejó la puerta abierta, más allá que remarcó que hoy es gobernador de Corrientes.
Con todo, está claro que, después de 2023, viene 2025 donde Valdés no tiene reelección, y la posibilidad de constituirse en el gran elector depende fundamentalmente de que logre hacerse fuerte en la conducción del partido de Alem en primera instancia para, desde esa posición de fuerza, amalgamar la versión 2025 de la alianza gobernante.
En este marco el perfil de Ricardo no cierra, algo en lo que parecieran coincidir las principales espadas del Gobierno.
Aunque es un secreto bajo siete llaves, los que están más cerca del Gobernador admiten que a Valdés le gustaría ir por la presidencia del partido, sin descartar que para ello la UCR deba ir a internas. El pensamiento del mandatario correntino apunta a que no le vendría mal al radicalismo provincial un proceso de legitimación política a través del voto.
Con todo, si finalmente Valdés decidiera no ir él mismo por la Presidencia del partido, no parecieran quedar dudas de que el hombre elegido sería «Checho» Flinta quien, más allá de ser nada menos que secretario general del Comité Nacional, no quedan dudas que, en los últimos tiempos, se ha erigido en el puntal más firme de Valdés, que lo privilegia haciéndolo participar, a él solo, de las reuniones más trascendentes con figuras nacionales, lo cual habla de que claramente conoce las coordenadas del accionar del número uno, cuyas acciones muchas veces toman de sorpresa a los niveles inferiores.
Por otra parte, la UCR debe nominar a los cuatro convencionales nacionales por la Provincia. A este respecto no caben dudas que la lista la encabezará el propio Valdés, lo cual lo habilitará para ser parte de futuras recomposiciones del Comité Nacional.
Salvo un imponderable, el segundo término será también para Flinta, para asegurarse operatividad en el ámbito de la Convención.
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