Las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) del sector foresto industrial del Centro de Corrientes se encuentran en medio de un panorama desalentador, donde a los problemas provocados por los incendios, sequía e inflación se le suma la crisis de desabastecimiento en el combustible.
El presidente de la Asociación de Madereros de Santo Tomé, Raúl Falero realizó un análisis de la situación en comunicación con el medio Argentina Forestal, donde denunció que, si bien de a poco se va normalizando el suministro de combustible, «se paga con un sobreprecio de un 20 o 25 por ciento más caro en la región, respecto al precio que rige en las estaciones de servicio».
«El mayor impacto por la falta de gasoil lo tienen hoy las empresas de servicios que realizan el trabajo de elaboración, cosecha y transporte forestal puesto en la industria, y que deben trasladar esos costos», explicó Falero, agregando que es otro incremento que se debe absorber en la cadena de producción.
«Sumado a la compra de tonelada de rollo de pino en el monte, que ronda hoy los 3.400 pesos, hay que agregar el flete, que en promedio es una recarga de otros 700 a 900 pesos, puesto en el aserradero», detalló.
DÉFICIT Y
COMPLEJO
PANORAMA
«La pérdida de rentabilidad la tenemos que amortizar día a día para poder sostenernos en la actividad. Lo peor es la incertidumbre, no podemos trasladar los aumentos de los costos a los precios de los productos finales, porque perdemos clientes en el mercado interno, y en las exportaciones tampoco nos están cerrando los números en determinados productos y destinos», lamentó.
El presidente de los madereros de Santo Tomé indicó que, si bien hay un buen momento percibido para empresas foresto industriales por buenas ventas, no se traduce en ganancias en el país. «El sector forestal puede ser que está con buena actividad en general, y sin dudas las grandes forestadoras estarán atravesando un mejor momento que las Pymes madereras. Pero en el segmento de la cadena del mediano y pequeño industrial, hoy ni las exportaciones nos mueven la aguja», manifestó.
En este sentido, relató que a los incrementos registrados en el último mes, «hemos sufrido problemas climáticos en la zona, por lo que enfrentamos una quincena de desabastecimiento de madera, tenemos problemas para las importaciones de insumos que no se fabrican o comercializan en la Argentina, o también pasa que, por la incertidumbre económica del país, quienes podrían vender estos insumos prefieren retener su stock y esperar para la reposición, es decir, es una cadena de situaciones que repercute sobre la rentabilidad de las empresas».
Al respecto de las inversiones, aclaró que «sólo estamos realizando algunas relacionadas al mantenimiento para amortizar las pérdidas, nada de mejoras o nuevos equipos».
En el caso de las Pymes madereras del Parque Foresto Industrial Santa Rosa y zonas aledañas que compran la materia prima a terceros, indicaron que la principal proveedora de rollos de pino es Pomera Madera, que desde este año implementó cupos de entrega a los industriales. «Esto nos condiciona si tenemos incremento de pedidos, porque no contamos con la materia prima suficiente para la producción, y el pago es en efectivo y por adelantado. Para agosto ya nos comunicaron que el incremento será de un 15 por ciento más. Es real que desde enero a junio el precio de la materia prima registró más de un 90 por ciento en la zona», indicó el empresario Juan Ramón Sotelo.
«La crisis de gasoil trajo varias complicaciones, porque ante la falta de transporte en la región, no se retiraron la producción vendida de la planta, por lo tanto, la mercadería se tiene en stock como un pasivo económico hasta concretar la entrega y ejecutar la orden de compra emitida», detalló el empresario.
En este contexto, empresarios correntinos también explicaron que están sosteniendo una gran pérdida de rentabilidad en la cadena. «No podemos trasladar el incremento de todos estos costos mencionados a los precios finales, ya que perdemos clientes porque no nos compran. En estos momentos estamos solo absorbiendo pérdidas de nuestra rentabilidad para seguir en la actividad», remarcaron.
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