El lanzamiento de Facundo Manes y el retiro de María Eugenia Vidal cerró un círculo que, para Propuesta Republicana, devuelve las banderas amarillas al centro del frente opositor y, para sus militantes en Corrientes, desvía levemente la atención hacia la interna radical.
Los proístas correntinos se preguntan a vox pópuli cuál será el destino de la disputa por la candidatura presidencial que protagonizarán el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y el diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires, Facundo Manes.
Puntualmente, quieren saber si de la interna radical saldrán o no sus candidatos a vicepresidente, en otras palabras, si un eventual consenso en el partido centenario devendrá en una disputa mayor entre el Jefe de Gobierno porteño y la ex Ministra de Seguridad de la Nación.
Lo cierto es que, donde los radicales correntinos ven futuros presidentes, los «amarillos» a un compañero de fórmula que haya apelado al consenso para integrar el binomio presidenciable que competiría en elecciones generales con la propuesta que surja del Frente de Todos.
En honor a este escenario que, según esperan, se revele luego del 11 de junio y que obligará a los dirigentes locales de los partidos fundadores de Juntos por el Cambio acercar posiciones compensar expectativas de crecimiento, los militantes «amarillos» han redoblado sus expectativas de cara a las elecciones generales.
MISIONES, LA PRIMERA ESTACIÓN
Las elecciones que se disputan este domingo 7 en la provincia de Misiones son el primer escenario que el PRO pondrá sobre la balanza. En la fecha, además de Misiones, también irá a las urnas La Rioja y Jujuy, en comicios sin mayor impacto en orden del plano nacional, ya que los resultados serían repartidos, La Rioja para el Frente de Todos y Jujuy para Juntos por el Cambio, mientras Misiones quedaría en manos de Hugo Passalacqua, del Partido de la Concordia Social que busca volver a la gobernación.
Dirigentes correntinos del PRO adelantaron a EL LIBERTADOR su presencia en este último punto, Misiones, en apoyo a Martín Arjol, que compite con Juntos por el Cambio, para zanjar diferencias y abrir espacio entre el frente oficial e Isaac Lenguaza, que llega hasta los comicios con Fuerza de Todos. Los proístas correntinos señalan que sostener una dinámica entre las militancias de las provincias «ayudará» a construir la identidad de partido nacional que quedó disuelta en el PRO luego del declinamiento del ex presidente Mauricio Macri, y fortalecer su presencia territorial, para ampliar expectativas de cara a las negociaciones que deberá llevar a cabo hacia adentro de Juntos por el Cambio.
Climas divididos
Pero las diferencias en el PRO Corrientes no sólo se expresan en términos de candidaturas. Asegurada la postulación de Lorena Lazaroff en la grilla de candidatos a diputados que Encuentro por Corrientes + Vamos Corrientes presentará el domingo 11 de junio, afloran miradas disímiles que alcanzan hasta a la actitud que los dirigentes deben interpretar frente al electorado. En este sentido, desde las filas correntinas afines a Patricia Bullrich acusan a los adherentes a Horacio Rodríguez Larreta de expresar un «exceso de felicidad» dentro de una campaña que, según indican, los dirigentes deberían estar compartiendo con los argentinos problemas y preocupaciones que, dadas las circunstancias, no deberían despegarse de la observación crítica de la tendencia inflacionaria, del aumento de la pobreza y de las diferencias crecientes entre los gobernadores y el Gobierno nacional.
En tanto, desde las filas afines a Horacio Rodríguez Larreta, acusan a los adherentes de Patricia Bullrich de «exceso de quietud», remarcando que la pre candidata a presidente ha comenzado su campaña hace menos de un mes, el 14 de abril, más de cuatro meses luego que el Jefe porteño, que lo hizo extraoficialmente el 7 de enero pasado, y con un video que divulgó por redes sociales, oficialmente el 22 de febrero.
Paralelamente, los dirigentes del PRO correntino, señalan que, además del objetivo, también los une la agenda, dado que, en el plano provincial y municipal, sus gestiones son fuertemente concentradas por el radicalismo, lo cual, según expresan, agrega otra dificultad a la campaña, tras la meta adherida de ampliar las bases, es decir, alcanzar a más sectores para capturar votos. Este punto acentúa las diferencias, pues mientras para los primeros el futuro presidente debe dar voz a un país en crisis, para los segundos el contacto con las multitudes reunidas podría ser suficiente para difundir propuestas. Con mayor agudeza, desde las filas de Patricia Bullrich insisten que el PRO debe aprender de los errores pasados, y no subestimar las problemáticas económicas y sociales, mucho menos en el Interior del país, donde la sequía, el cepo y las asimetrías agravaron el empobrecimiento.
Separar las aguas
Otro punto que genera interrogantes en el PRO correntino es cómo harán, si su deseo es ampliar sus bases, en el marco del crecimiento que paulatinamente han comenzado a expresar otros partidos socios a la UCR en el plano local, para separar la agenda de sus dirigentes de la actividad oficial, con el objeto de no resentir la actividad del Estado ni bordear el proselitismo político.
Si bien comparten objetivos con el radicalismo local, los proístas correntinos no ven con buenos ojos que la agenda gubernamental subsuma a su dirigencia nacional y a su dirigencia local, sin al menos dar a cada una identidad propia en el plano político.
Los dirigentes expresan su oposición a que la agenda de eventos sea más importante que la política, debido a que, según remarcan, ello resta importancia a la actividad orgánica del PRO.
La cuestión, según señalan, se trata de que la actividad de campaña se refleje por separado de la actividad de los dirigentes como funcionarios de gobierno, y como funcionarios del partido.
Son tres cuestiones distintas, subrayan, la primera netamente coyuntural, pero de gran importancia, la segunda fundamental para el buen funcionamiento del Estado, y la tercera ineludible para que la identidad política del PRO crezca.
En ese debate, en otros términos, indican que debe incorporarse la necesidad de remarcar que las agendas de campaña de los dirigentes del Interior no deben ser el reflejo de los dirigentes de las ciudades, en honor al reclamo de mayor federalismo que dentro de la misma fuerza debe expresarse, teniendo en cuenta que con conducción se radica eminentemente en Buenos Aires. Lejos está el Interior de resolver si los libertarios deben o no deben incorporarse a la oposición que se está construyendo al Gobierno nacional, porque se trata de una expresión netamente porteña, señalan unos, territorializar el PRO debe acercar posiciones con respeto, sin acusaciones y garantías de seriedad en torno a los problemas que la gente plantea, y no a un escenario irreal de gozo y victoria que el pueblo no experimenta, señalan otros.
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