La Capital Federal y la correntina reflejaron el masivo repudio de la gente hacia lo ocurrido en la noche de este jueves 1 en Recoleta, con el atentado que sufrió la vicepresidente de la Nación, Cristina Kirchner de la mano de un ciudadano brasileño que le gatilló un arma de fuego a centímetros de distancia.
Después de conocerse el sorpresivo decreto del presidente, Alberto Fernández, que estableció -cerca de la medianoche- que este viernes se diera un feriado nacional por lo sucedido, los referentes del justicialismo y aliados dentro del Frente de Todos comenzaron a organizarse para manifestarse en las calles y demostrar el aborrecimiento general por el atentado a la líder kirchnerista.
En Corrientes, el epicentro de la movilización fue la sede del Partido Justicialista, por calle Salta, a metros de la plaza 25 de Mayo, donde luego de trasladaron las columnas de militantes, integrantes de agrupaciones barriales, ONG, entre otras. En la oportunidad, leyeron un documento titulado: En Defensa de la Democracia, la Paz Social y el Estado de Derecho (ver página 3). Y aseguraron que seguirán en «alerta y en movilización permanente».
Este repudio también se formalizó en la Legislatura provincial, con legisladores de todas las bancadas que rubricaron un documento al respecto (ver página 2). Lo mismo ocurrió con los intendentes y demás exponentes políticos que utilizaron las redes sociales para expresarse.
En cierta manera, desde una perspectiva positiva, el feriado resuelto colaboró para evitar que la ciudad no fuera un caos, aunque lo fue por momentos. Es que mucha gente trabajó de todas formas, conscientes de que no se puede dejar de «levantar las persianas» ante la tremenda crisis latente. El tránsito debió interrumpirse en diferentes arterias del microcentro, con el desvío correspondiente de colectivos, autos y motos, y el consecuente descalabro vial.
MARCHA PORTEÑA
El oficialismo nacional tuvo su epicentro de manifestación en la Capital Federal, cuyos participantes abarrotaron la Plaza de Mayo y sus alrededores para respaldar a la vicepresidente, Cristina Kirchner. Las distintas agrupaciones del Partido Justicialista, los sindicatos y las organizaciones sociales movilizaron a su militancia, que se mezcló en las calles con personas sin identificación partidaria, en una jornada que tuvo permanente circulación de simpatizantes del Frente de Todos que iban y venían del epicentro de la concentración.
El acto finalizó con la lectura de un documento, a cargo de la actriz Alejandra Darín, en el que se pidió «unidad nacional, pero no a cualquier precio», y se subrayó que, «desde hace varios años, un sector minúsculo de la dirigencia política y de sus medios partidarios viene repitiendo un discurso de odio. El documento fue elaborado en la Casa Rosada, en un encuentro al que se invitó a distintas organizaciones y de esa reunión se retiró el presidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas, Jorge Knoblovits, por entender que el texto constituía un «alegato político partidario».
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