A la embestida contra el monopolio de las dosis, el Gobierno central le había sumado otro logro, consistente en la no obligatoriedad de incluir en las campañas a los novillos. Sin embargo, tras un recambio en la cúpula del Senasa, el actual Vicepresidente del organismo echó por tierra esa medida anunciada por su antecesor. Pasó las estrategias para el año que viene. Una voz correntina hizo notar la ofuscación del sector, advirtiendo que «se hace muy difícil pensar que no haya otros intereses detrás».
03-POLITICA-5A la embestida contra el monopolio de las dosis, el Gobierno central le había sumado otro logro, consistente en la no obligatoriedad de incluir en las campañas a los novillos. Sin embargo, tras un recambio en la cúpula del Senasa, el actual Vicepresidente del organismo echó por tierra esa medida anunciada por su antecesor. Pateó para el año que viene y trasladó la responsabilidad al Secretario de Agricultura. Una voz correntina hizo notar la ofuscación del sector, advirtiendo que «se hace muy difícil pensar que no haya otros intereses detrás». Milei habría sacado «tarjeta amarilla» al funcionario que quedó en la mira, con la roja en el bolsillo.
Hasta hace no mucho, había cierto alivio en el sector ganadero luego de observar el compromiso del propio Javier Milei en colaborar con los productores alivianando -de cierta forma- el contrapeso que generaba afrontar la vacunación contra la aftosa pagando casi el triple de lo que se paga en la región, gracias a un monopolio que desde el Gobierno nacional decidieron confrontar. Sin embargo, en las últimas semanas se conoció una medida que representa un retroceso en esta impronta.
En las entidades ruralistas cayó mal la decisión del Senasa de mantener sin cambios la vacunación cuando también se había avanzado para que no se incluyera a los novillos.
En junio pasado, el Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senasa) había anunciado que este año ya no se vacunaría contra la fiebre aftosa la categoría de novillos. Se haría una inmunización en otoño de todo el rodeo vacuno y sólo un refuerzo para la categoría terneros en primavera. Pero hubo una marcha atrás de esa decisión del organismo sanitario, lo que cayó muy mal entre los productores.
Según los ganaderos, fue el vicepresidente del Senasa de ese momento, Sergio Robert, el que les había confirmado esa modificación en la vacunación en todo el país. Sin embargo, la semana pasada, en el Congreso de Entes y Fundaciones de Lucha Sanitaria Animal en Santa Fe, el actual vice titular del organismo, Néstor Osacar (Robert fue despedido del Gobierno), informó que quedaba sin efecto ese mensaje y señaló que, si bien se está trabajando en las estrategias de vacunación, por este año «no se van a llevar a cabo» los cambios.
«Tenemos que seguir trabajando y consensuar. Estamos cerca de la campaña de octubre y todavía no hemos terminado de hacer los lineamientos. Por lo tanto, esta modificación de las estrategias de vacunación va a pasar para el año que viene. No quita que hoy no las sigamos trabajando. Falta consenso, falta juntarse con diferentes entidades, necesitamos más apoyo», dijo el funcionario.
CRÍTICA DESDE «EL TARAGÜÍ»
Una de las voces que se exteriorizaron tras conocerse esta decisión gubernamental fue la del vicepresidente 3º de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y ex presidente de la Asociación de Sociedades Rurales de la Provincia de Corrientes, Pablo Sánchez.
A través de su cuenta en X, el dirigente ruralista rechazó de manera contundente la decisión del Senasa de dar marcha atrás su «intención de no vacunar más la categoría novillo».
«Pese a que el proyecto de resolución tenía respaldo y sustento técnico, que pasó por todas las instancias formales requeridas, que contaba con el consenso y respaldo de los productores, el organismo sanitario determinó que las cosas iban a continuar de la misma manera que se venían haciendo. Las explicaciones no son convincentes», enfatizó Sánchez. Resulta necesario recordar que este envión de cambios paradigmáticos en la burocracia y costos del sector surgió hace 5 meses, cuando el vocero presidencial, Manuel Adorni confirmó que el Gobierno modificaría la normativa para que se pudiera importar y aplicar en la Argentina la vacuna bivalente contra la fiebre aftosa para el ganado bovino, porque esto beneficiaría a los productores.
«Qué pena que decisiones de más arriba (no técnicas) empañen el trabajo articulado de las instituciones público-privadas», manifestó el ruralista correntino. «Cosas como estas, llevan a que el común de los productores descrea de todo y de todos. Se hace muy difícil pensar que no haya otros intereses detrás, siendo una vez más el productor de a pie el que termina perjudicado por un capricho autoritario del burócrata de turno», remarcó.
Sánchez arrobó a Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, sabiendo que es asiduo usuario de la red social ex Twitter y le pidió que al respecto le pegue «una miradita» al Senasa. «PD: no se sorprenda si los problemas no están directamente ahí», indicó.
Enojo correntino formalizado
Desde la Sociedad Rural de Santo Tomé exteriorizaron el malestar por la medida del Senasa y enviaron una nota al presidente del organismo, Pablo Cortese.
En el mismo, al que tuvo acceso EL LIBERTADOR, hicieron hincapié en la medida dispuesta sobre continuar con la doble vacunación anual de aftosa de adultos machos mayores de dos años y, «por pedido de los productores a los que nosotros representamos, queremos tener fundamentado el porqué de dicha decisión, ya que la no necesidad de la vacunación de los mismos fue planteada por parte de las comisiones de Sanidad de la Asociación de Sociedades Rurales de Corrientes».
Hicieron hincapié en que este avance demandó un «trabajo que nos llevó varios meses para poder fundamentar el pedido -técnica y científicamente-, avalado en su momento por la institución a la que usted representa y anunciado públicamente en junio del corriente año».
Recordaron lo dicho por Robert, en ese entonces vice titular del Senasa, durante la 15ª Jornada de Evaluación de Planes Sanitarios Provinciales y Nacionales, el cual expresó que «esta reorganización de las vacunaciones respondían a la no circulación viral confirmada en base a estudios técnicos-científicos llevados a cabo durante varios años».
«No entendemos el motivo de la decisión de dejar sin efecto esta reorganización de la vacunación antiaftosa, decisión que afecta directamente a la economía de los productores, y que a su vez están obligados a pagar la vacuna más cara de toda la región», añadieron para recordarle otro detalle que tiene que ver con la cartelización de las dosis en el país.
También demandaron más certidumbre en estas cuestiones vitales para los productores. «Queremos saber cuándo se permitirá en la Argentina el uso de vacunas bivalentes, de mucho menor costo, y con las cuales los países limítrofes han podido erradicar la enfermedad, teniendo algunos ya status de libres sin vacunación, y en mucho menor tiempo que nosotros», indicaron.
De esta forma, advirtieron sobre el costo que deben soportar por culpa de un sistema instalado hace años en detrimento del buen funcionamiento del sector. «Sepa entender que únicamente la vacunación de aftosa representa más del 30 por ciento del costo de sanidad de un establecimiento ganadero de cría en nuestra provincia, dinero que estamos convencidos que deberíamos estar destinándolo al crecimiento de nuestras empresas, a la generación de más puestos de trabajo y no con un fin incierto que genera hoy muchísimas dudas de la real necesidad», remarcaron.
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