El director del hospital Escuela, José Alberto Romero ha refutado de manera contundente las acusaciones de desatención médica formuladas por el padre del paciente Darío Miguel Escobar, un joven de 25 años internado en la unidad de terapia intensiva. Las declaraciones surgen en respuesta a las demandas del padre, quien ha vivido en su auto por un mes para exigir, según sus palabras, que su hijo sea atendido.
En declaraciones radiales, Romero enfatizó que el paciente Escobar se encuentra «totalmente atendido». Como prueba de la atención constante, el director señaló que el joven lleva un mes internado y, de no haber sido cuidado, «no estaría acá». Además, subrayó que el joven está en la «mejor terapia de la zona», la cual está dotada de todo el personal necesario, incluyendo enfermeros y kinesiólogos.
Las denuncias del padre indicaban que el joven estaba postrado y que nadie se acercaba a moverlo o cambiarle de posición, alegando falta de atención kinesiológica que habría provocado rigidez en sus extremidades. Romero negó categóricamente esta posibilidad: «En nuestra terapia eso es imposible porque tenemos un grupo de kinesiólogos que dependen únicamente de la terapia». Agregó que, si el paciente no fuese girado y movido de posición, «en 30 días estaría escarado, estaría con un montón de cosas. Imposible eso».
En cuanto a la rigidez observada, el director explicó que esta no es resultado de la falta de atención, sino de la gravedad de la patología de base. El joven padece de epilepsia subinttrante, también conocida como estado de mal epiléptico. Esta condición se caracteriza por «contracturas de los músculos anormales». Para controlar dichas contracturas y evitar que el paciente agotara el corazón y la parte circulatoria, tuvo que ser «dormido» medicamentosamente y asistido con un respirador. Actualmente, el joven está saliendo de una neumonía que contrajo durante la intubación y se le están retirando «de a poquito» los respiradores. La rigidez, por lo tanto, es una característica de su enfermedad y su estado post-intubación, ya que la misma enfermedad le produce ese endurecimiento.
Por otra parte, la institución ha logrado un avance significativo en el diagnóstico. Romero indicó que, si bien el paciente tiene un retraso madurativo, el hospital realizó estudios que permitieron visualizar una malformación a nivel cerebral que podría ser la causa de la epilepsia. El joven será derivado al Cardiológico para complementar estos estudios, dado que el Hospital Escuela no los realiza. Una vez que se cuente con el diagnóstico fehaciente, se determinará si la condición es tratable en el hospital, posiblemente con el servicio de neurocirugía, o si requiere ser derivado a otro centro.
Respecto a la comunicación con la familia, Romero aclaró que el propio padre solicitó que únicamente los tres jefes de terapia se comunicaran con él. Estos profesionales permanecen en el hospital hasta el mediodía y le entregan los partes detallados a las 11:30 de la mañana todos los días. El director incluso compartió que los médicos de terapia le informaron que el padre se encontraba «contento» y conforme con la atención recibida por parte del hospital. Finalmente, Romero aseguró que la terapia intensiva no desatiende a ningún paciente, destacando que el área está constantemente monitoreada desde la dirección.

