El conflicto del transporte en Corrientes sigue sin tregua. Mientras en el Chaco y en otras doce provincias, al llamado del ministro de Economía, Sergio Massa, el viernes 7 las partes alcanzaron un acuerdo, en esta provincia, al igual que en La Plata y en Entre Ríos, Santa Fe, Formosa, Misiones y Tucumán, el paro continúa, posiblemente hasta el martes 11, según las versiones sindicales más «duras». Por la tarde del viernes, además de no acatar el llamado del precandidato a presidente, la Unión Tranviaria Automotor también advirtió a todas sus delegaciones en los distritos sin acuerdo, que no había dinero para que las empresas pagaran los aumentos de los últimos meses y la actualización del aguinaldo a los valores que indica la última paritaria.
En Corrientes, la advertencia fue adoptada como un «llamado al combate». La ausencia de acercamientos entre el Estado y las empresas en los distritos «problemáticos», en contraste a «los no problemáticos», según se señaló a EL LIBERTADOR, disparó la interna en la sede local de la UTA y dividió a las opiniones entre quienes apostaban a que concluido el viernes la medida debía levantarse para dar lugar a una nueva mesa de negociación, y entre quienes apuntaban a recrudecerla. Ganaron los segundos.
Según se señaló a EL LIBERTADOR, la ausencia de decisiones ante este, para los choferes el «peor de los escenarios», desató «la violencia» hacia la conducción, que habría sido amenazada directamente, y, horas luego, hacia las calles, con bloqueos a las unidades que circulaban con choferes alcanzados por la recomposición en otros distritos.
EL RECLAMO
«NO ES EXIGIBLE»
Ayer, tampoco hubo voces oficiales que respondieran a la incertidumbre que abrió la dilatación del conflicto entre empresas, choferes y pasajeros. Desde la sede local de la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap) se limitaron a ratificar un comunicado emitido el 13 de junio en el que las empresas señalan como responsables directos «al Ministerio de Transporte de la Nación, a los gobiernos provinciales y a los poderes concedentes», es decir, a las municipalidades.
La Federación ratificó que del sector dependen «cuatrocientas empresas de capital nacional y treinta y cinco mil puestos de trabajo directo e indirecto, además de los millones de argentinos que son transportados día a día».
LA PARITARIA NO
ESTARÍA VIGENTE
La conducción nacional de la Federación, por su parte, fue más allá, y con un nuevo comunicado advirtió que la paritaria no estaría vigente, abriendo otro interrogante, sobre si habría descuentos en los distritos donde ya se han ejecutado actualizaciones. «No se han cumplido las condiciones establecidas para la aplicación de los salarios establecidos en la negociación paritaria, motivo por el cual los mismos no están vigentes y no pueden serle exigidos a las empresas prestadoras», remarcó.
«En el acta paritaria del día 22-6-2023, en función de compromisos asumidos en ese mismo momento por el Ministerio de Transporte de la Nación, Fatap sujetó la exigibilidad de la pauta salarial al cumplimiento de las siguientes condiciones: 1.- Que el Ministerio de Transporte de la Nación efectúe en forma adicional al aporte mensual que viene realizando, de siete mil millones de pesos, una suma de dos mil millones durante los meses de julio, agosto y septiembre del corriente año», precisó. «A la fecha, no existe Resolución que implemente y distribuya ese incremento», subrayó. Tampoco se ha cumplido que «los estados provinciales realicen los aportes necesarios y adicionales al que hoy efectivizan, y al que realiza la Nación, para atender el presente acuerdo salarial», agregaron. «La inexistencia de aquella Resolución implica que no se han firmado los Convenios con las provincias que permitirían contar con estos aportes adicionales», detallaron. Tampoco se ha convocado a la Comisión del Ministerio de Transporte, Cofetura, UTA y Fatap, ni se ha establecido «una Comisión de trabajo» para avanzar en atraso de provincias con rendiciones retenidas y no aprobadas.
Las unidades interprovinciales
fueron bloqueadas
A las siete ayer, un Volkswagen negro recorrió todas las paradas de unidades móviles interprovinciales en la Ciudad de Corrientes para bloquear la carga de pasajeros.
Un grupo de tres sindicalistas a bordo, que respondía a «Sosa», subía a las unidades para solicitar a los choferes de las líneas interurbanas que partan nuevamente hacia el Chaco sin dar acceso en Corrientes al servicio de transporte.
Pese a que el conflicto ya concluyó en el Chaco, «en Corrientes seguimos igual y no vamos a permitir que salgan porque lo que se pactó fue para la Ciudad de Buenos Aires, acá todavía no se paga», dijo uno de ellos a EL LIBERTADOR en el puerto de la Ciudad de Corrientes, en pleno bloqueo.
Ante la negativa, los sindicalistas solicitaban comunicación con las bases de control para dar aviso que no permitirían que las líneas circulen con usuarios, y advertir que, de darse inicio a la carga de pasajeros, boquearían su paso.
El hecho, que, se repitió en la parada «campus» en cercanía de la Universidad Nacional del Nordeste, fue denunciado por los choferes afectados en la Comisaría Primera de la Ciudad de Barranqueras.
Tensión por irrupción
del sindicato en las paradas
Pasajeros y choferes vivieron momentos de tensión al desatarse el conflicto, cuando algunas unidades de los parques provincial e interprovincial aún recorrían las calles de la ciudad.
En el puerto, los pasajeros reclamaron «respuesta» a los sindicalistas arrojados al bloqueo que, según señalaban, había sido ordenado por «Sosa» con el acuerdo del titular de UTA Corrientes, José Luis Suárez.
«Nos tienen de rehenes en este lugar, hoy el paro se acababa, y nos están bajando», expresó una pasajera a EL LIBERTADOR, luego de que la unidad del Chaco-Corrientes que esperaba abordar partiera sin prestar servicio. «Nosotros esperábamos subir, porque era hasta las cero horas, pero vinieron y nos amenazaron, nos dijeron que nosotros también teníamos que rebelarnos, porque acá nadie paga», señaló otro.
«No podemos subir pasajeros en Corrientes, y hasta que no se resuelva el conflicto, vamos a descargar en el ex Regimiento N° 9, porque si vamos más allá nos van a hacer volar piedras, como ya lo hicieron en otras ocasiones, o van a subir a las unidades, y luego a informar que nosotros las rompimos, para desplazarnos de la empresa», expresó a EL LIBERTADOR un chofer del Chaco-Corrientes.
«Por Chaco podemos circular, pero no por Corrientes, según el sindicato, porque el Gobierno no está entregando el dinero que la empresa tiene que pagar para que se actualice el sueldo de julio y se pague el aguinaldo con aumento», sostuvo otro.
.