Un informe de la Fundación Libertad y Progreso en base a estadísticas del Ministerio de Economía indicó que, en 2021, alrededor del 75 por ciento de los fondos que recibió Corrientes provinieron del Gobierno nacional. Sólo en 5 de las 24 jurisdicciones los ingresos propios tienen un mayor peso que las transferencias que se reciben de coparticipación de impuestos y transferencias desde Nación.
De esta manera, solo el 25 por ciento de los recursos que ingresaron a la Provincia durante el año pasado provino de tributos propios o regalías.
De esta manera, Corrientes se situó en el noveno puesto entre las jurisdicciones que más ingresos de Nación recibieron, por detrás del el Chaco y por delante de Salta.
Desde la Fundación que elaboró el informe plantean que los datos dan cuenta de que, en general, hay un elevado nivel de dependencia económica de las jurisdicciones.
Los mayores niveles de independencia económica se observaron en Capital Federal (82 por ciento de ingresos propios), Neuquén (78), Chubut (65), Santa Cruz (55) y Buenos Aires (52). Mientras que en el otro extremo se encuentran La Rioja y Santiago del Estero, jurisdicciones donde 91 por ciento y 84 de los ingresos totales correspondieron a coparticipación de impuestos y transferencias nacionales.
“La elevada dependencia de las provincias de las transferencias nacionales, sumado a la necesidad de un ajuste en las cuentas públicas a nivel federal, aumenta el riesgo de que el nuevo Consenso Fiscal se utilice para aumentar la presión tributaria provincial”, advierten desde la fundación.
El economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí, explicó que “el sector público nacional debe avanzar rápidamente hacia un menor déficit fiscal para reducir los niveles de inflación y de crecimiento de la deuda. Bajo este escenario, es probable que parte de la reducción de gastos sea vía menos transferencias a provincias, la mayoría de las cuales tienen resultados fiscales superavitarios”.
Marí agregó que “el Consenso Fiscal, que habilita a las jurisdicciones a subir impuestos, funciona entonces como una garantía. Si una provincia pierde transferencias nacionales, las podrá compensar subiendo impuestos. El problema es que esto aumentaría aún más la presión tributaria total sobre la economía, asfixiando aún más al sector privado y repercutiendo negativamente sobre la inversión y el crecimiento económico”.