Luego de un año prófugo, ayer se conoció la noticia de la detención de Álvaro Villalba, el hombre de 33 años que estaba prófugo, tras atacar de manera brutal a su pareja. La víctima debió permanecer varias semanas internada por los golpes y las quemaduras que éste le provocó y que afectaron el 30 por ciento de su cuerpo. Lo encontraron caminando por la Costanera de la Capital.
El hecho ocurrió el 18 de octubre de 2020, en una casa del barrio Santa Rosa, también de la ciudad de Corrientes. Allí, el sujeto golpeó y quemó a su pareja, para luego escapar del lugar dejándola con las graves lesiones.
Las imágenes de las secuelas en el torso y rostro de la mujer se viralizaron, junto con la imagen del violento prófugo. La víctima radicó la denuncia, pero el tiempo pasó y el hombre continuaba prófugo.
Ayer, Villalba fue finalmente detenido en el paseo costero y ahora, tras un año y un mes, deberá comparecer ante la Justicia por ejercer violencia de género.
OTRO HECHO EN SANTA LUCÍA
Fabiana, es el nombre de otra joven víctima de violencia de género, en este caso, en la localidad de Santa Lucía. El agresor es su esposo, a quien denunció ante una Comisaría de Goya, ya que, según contó al programa radial Corrientes en el Aire, en la ciudad en que residía no le quisieron tomar la denuncia.
«Vivíamos juntos en Santa Lucía, decidimos casarnos en noviembre. Me pegó. Quise denunciarlo y él me dijo que nadie me iba a tomar la denuncia en la comisaría», empezó el relato la joven. El acusado es Carlos Vallejos, vive en esa localidad, es comerciante, una persona conocida en el lugar, según dijo.
«Tuve que aguantar sus insultos, sus maltratos, sus empujones, era muy agresivo. Mi mamá le habló, pero personas así no cambian», expresó Fabiana. «Nadie me ayudó, aguanté una semana. Puse una excusa de ver a mi mamá», prosiguió la mujer. Luego viajó a Goya y le avisó a su pareja que no regresaría a Santa Lucía y le pidió que le mandara sus cosas.
El jueves, decidió denunciarlo en la comisaría de Goya. Allí, le dijeron que debía realizar la denuncia en donde sucedió el hecho, en Santa Lucía. «Me vigila a pesar que tiene una perimetral. Me dijeron que si lo veo rondar le saque fotos, pero si lo hago va a venir hacia mi», concluyó.
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