Un ex policía federal fue detenido e indagado la semana pasada en el marco de una investigación por usurpación de identidad y estafas, en una maniobra que involucra directamente a la Justicia federal y a la Policía de Corrientes. El acusado se hacía pasar nada menos que por el presidente de la Cámara Federal de Casación Penal, Daniel Petrone, para gestionar traslados de efectivos de la policía correntina a cambio de dinero.
La investigación, liderada por el fiscal federal Franco Picardi, culminó con la detención del sospechoso en General Rodríguez, provincia de Buenos Aires.
La maniobra, que roza lo cinematográfico, fue denunciada a fines de septiembre por el propio juez Petrone, luego de recibir una llamada de alerta de su colega Gustavo Fresneda, titular del Juzgado Federal de Paso de los Libres.
El contacto en Corrientes: «Iba a cortar cabezas»
Según consta en la causa, el impostor inició su ardid el 29 de septiembre, contactando al Juzgado Federal de Corrientes para hablar con el juez Fresneda (quien también subroga en la capital provincial). El magistrado le devolvió la llamada sin sospechar, ya que el perfil de WhatsApp del estafador mostraba una foto real del juez Petrone, extraída de una nota del diario Página 12.
En esa primera charla, el falso Petrone intentó ganar la confianza de Fresneda. Le dijo estar al tanto de su situación (refiriéndose a los viajes que el juez debe hacer entre Paso de los Libres y Corrientes) y prometió usar su «influencia» para tratar el asunto de su subrogación en la Corte Suprema.

Poco después, el impostor comenzó a pedir favores. Primero, consultó por la situación de un procesado por tenencia de estupefacientes. Al día siguiente, insistió con un tono más agresivo, asegurando que «iba a cortar cabezas» en relación a la subrogación de Fresneda. Inmediatamente, le pidió al juez correntino que intercediera ante jefes policiales locales para lograr el traslado de un efectivo de una comisaría a otra.
La estafa quedó al descubierto cuando el falso juez exigió a Fresneda que revocara la prisión domiciliaria de uno de los implicados en la causa de drogas. El magistrado se negó y, sospechando del vocabulario y las formas del supuesto camarista, logró contactarse con el verdadero Daniel Petrone, destapando así el engaño.
Un negocio de cientos de miles de pesos
Las intervenciones telefónicas ordenadas por la fiscalía revelaron que el ex policía no solo buscaba influir, sino que cobraba por sus «gestiones».
La fiscalía corroboró que el imputado mantenía conversaciones fluidas con el policía correntino que buscaba su traslado. «Más tarde del martes estarás allá en la 15. Pero mirá que de ahí ya no te puede mover más. O sea, no rompás más las bolas, ¿eh?», le dijo el impostor al efectivo el 2 de octubre.
Por este «pase», que finalmente se concretó, el usurpador le habría cobrado al policía correntino 200 mil pesos iniciales y le reclamaba otros 400 mil por «la demora».
No contento con eso, el 9 de octubre, el imputado inició gestiones para un segundo traslado de otro miembro de la fuerza provincial. Esta vez, contactó directamente a un comisario de la policía de Corrientes, nuevamente bajo la identidad de Petrone, y hasta aseguró tener un vínculo con el gobernador de Corrientes.
Este segundo intento fracasó, ya que el comisario le informó que el pase estaba «caído». Por esta gestión fallida, el segundo efectivo interesado ya había pagado 300 mil pesos, transferidos a una cuenta de una cómplice del estafador, previo descuento de 50 mil pesos que se quedó el primer policía en rol de intermediario.
La detención en Buenos Aires
Tras un minucioso trabajo de la División Delitos Tecnológicos de la PFA, que incluyó la geolocalización del celular, se identificó el domicilio del sospechoso en el partido de General Rodríguez.
La semana pasada, el Juzgado Criminal y Correccional Federal N°11 ordenó el allanamiento y detención. En el lugar se secuestró una pistola Bersa calibre .380 con ocho municiones de punta hueca, sin la debida autorización legal.
El ex policía fue indagado por los delitos de usurpación de honores y tenencia ilegal de arma de guerra. Se negó a declarar, aunque alcanzó a pedir disculpas por los «inconvenientes ocasionados» a la justicia.
Con información de Fiscales.gob.ar
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