El secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Juan José Bahillo, junto a la directora nacional de Desarrollo Foresto Industrial, Sabina Vetter, en reunión con empresarios de la Asociación Forestal Argentina (Afoa), anunciaron el pasado jueves 15 que se incrementaría para este año el presupuesto de un poco más de 100 millones de pesos a 520 millones de pesos.
«La partida extrapresupuestaria, asignada por el Gobierno nacional, permitiría completar pagos de resoluciones ya aprobadas por 133 millones de pesos y avanzar en nuevas resoluciones de pagos de expedientes forestales, por 184 millones de pesos adicionales», estimaron desde Afoa.
«Este aumento de partida permite ir regularizando pagos pendientes en la promoción forestal», agregaron.
A junio de este año solo habían sido destinados 50 millones de pesos a nivel país para los productores, y los costos desactualizados con la extrema demora en la que llegan los pagos del subsidio forestal generaron el abandono por la actividad en el segmento de los pequeños productores en el caso de Misiones.
La operatoria prácticamente paralizada para los productores y los costos desactualizados de implantación ante la demora de transferir el dinero adeudado por la Nación, desalienta la actividad al pequeño forestador, según informó Argentina Forestal.
PAGOS ADEUDADOS
El gerente regional de la Afoa, Francisco Torres habló con EL LIBERTADOR sobre la importancia de este anuncio para Corrientes, de gran superficie destinada a la explotación de este sector. Se refirió al «espíritu» de la Ley 25.080 de Inversiones para Bosques Cultivados, la cual sí «no tiene financiamiento, no hay incentivo para seguir plantando y necesitamos materia prima para seguir respondiendo a la demanda de las industrias».
Señaló lo fundamental de la continuidad del ciclo forestal y la cadena industrial. «Hoy por hoy, Corrientes es la provincia con mayor superficie forestal y, por eso, para nosotros es importante la continuidad de la ley», comentó.
«Había muchos planes pendientes de ser pagados», agregó, y remarcó que «es un aliciente o un impulso para los productores que plantaron en vistas del beneficio de esa ley y no estaban recibiendo el apoyo».
INVERSIONES
«En Corrientes se está dando, yo diría, la mayor inversión en los últimos 30 años», apuntó.
«Hay industrias que están invirtiendo en nuevas plantas y líneas de cerrado, están comprando calderas y líneas de pintura, por órdenes de tres o cuatro millones de dólares. Hay plantas de energía en Virasoro y Santa Rosa, y se iba a instalar otra en Virasoro similar a la que ya está funcionando», detalló.
Rememoró la instalación de Arauco Argentina SA en Misiones como la última inversión de envergadura en la región, y en el presente, remarcó que «la inversión de 250 millones de dólares de Acon Timber marca un hito acá en Corrientes».
«El sector está ávido de crecer, Corrientes tiene ese potencial de crecimiento en superficie forestal. Se están dando todas las condiciones para que el sector se desarrolle, lo que no quiere decir que no haya necesidades que deben ser respondidas, en términos de capacitación de recursos humanos o abastecimiento de tecnologías», comentó.
«Entendemos que se irán solucionando desde el Gobierno y desde el sector privado, que es otro pilar que tiene la Provincia en cuanto a fortalecimiento institucional con las cámaras y el trabajo mancomunado entre sector público y privado», destacó.
DESAFÍOS ACTUALES: MERCADO, LOGÍSTICA Y BIENES DE CAPITAL
El gerente regional de la Asociación Forestal Argentina (Afoa), Francisco Torres se refirió a las dificultades que afronta el sector foresto-industrial este año.
En diálogo con EL LIBERTADOR, apuntó que son dos los pedidos que se elevan al Gobierno nacional: que se destraben las importaciones de insumos y los bienes de capital, y la quita de retenciones de productos foresto-industriales.
«El mercado internacional bajó su demanda durante la pandemia y ahora está alicaída», explicó. Al ser consultado sobre una posible saturación del mercado interno al ser el mayor destinatario de lo producido -como señalaron referentes del sector de Santo Tomé-, dijo que por el momento «no se está sintiendo».
Con respecto al problema de la logística, que se vio afectada por el desabastecimiento de combustible, comentó que «se solucionó medianamente». Señaló que la complicación actual es el «aumento de flete semanal que dificulta la actualización de precios con los clientes».
«El mercado doméstico está traccionando. Los costos en dólares aumentan, pero los precios que se están pagando en el mercado doméstico todavía son razonables», comentó.
IMPACTO DEL AUMENTO DE LOS PRECIOS DE ENERGÍA ELÉCTRICA
Respecto al incremento que se espera en el costo de energía eléctrica y su impacto en el sector, el gerente regional de la Asociación Forestal Argentina (Afoa), Francisco Torres brindó detalles a EL LIBERTADOR.
«Hay empresas que están pagando el precio real y que no les va a incidir ese sinceramiento. Hay otras empresas o aserraderos que están pagando multas porque no consumen lo que tenían previsto o lo hacen fuera del horario establecido», señaló.
Eficiencia y competitividad
«Es importante para las empresas organizarse en términos eléctricos y tener las máquinas en condiciones, para su eficiencia y calidad energética, sin pérdidas», enfatizó.
Y subrayó que «las industrias más grandes ya lo están haciendo, están más organizadas y no van a sentir tanto ese sinceramiento en los precios de la energía, porque generan un valor agregado que les permite un rédito para afrontar este costo».
«No así las otras, que son empresas o aserraderos más chicos. Ese aumento de los precios les va a golpear más. Nosotros apuntamos a que esas industrias traten de organizarse y busquen generar mayor agregado a sus productos y su diversificación, para así generar un producto a partir de sus ventas para poder afrontar este sinceramiento de precios», recomendó.
Objetivos
El gerente regional remarcó que se busca «una industria desarrollada con más producción y tecnología que le permita ser más eficiente»
«No es fácil, pero ese es el camino que debería apuntar cualquier industrial y no quedarse en el camino generando un producto que no es competitivo y que, al momento de producirse una fluctuación de precios o costos, no es capaz de absorberlo», concluyó.
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