Lo puso de relieve el diario porteño La Nación, haciéndose eco de la amplia difusión que EL LIBERTADOR hizo del tema. La Justicia de Corrientes dejó en firme un pedido de arresto para tres personas, por un resonante caso ocurrido en una estancia a 10 kilómetros de Tapebicuá.
20-CONTRATAPA-20Algunos medios nacionales, entre ellos el diario La Nación, se hicieron eco de las decisiones de avanzada que adoptó la Justicia correntina en un caso de supuesta maniobra de abigeato, dictando la prisión preventiva para tres sospechosos que habrían sido sorprendidos in fraganti transportando cabezas de ganado en forma ilegal.
La crónica del matutino de los Mitre señala que la Justicia de Corrientes ordenó la detención de tres hombres -no trascendieron las identidades-, que fueron encontrados en un campo tratando de cargar en camiones 140 vacunos para llevárselos. Se trata del hecho, como informó este medio, que afectó a la estancia San Juan, a 10 kilómetros de Tapebicuá. El encargado de ese establecimiento divisó a quienes buscaban llevarse la hacienda y avisó a la Policía, que los sorprendió in fraganti.
En una reciente audiencia que se llevó a cabo en el Tribunal de Mercedes, presencial y por Zoom, el juez de feria, Carlos Martínez, de la Cámara de Apelaciones, confirmó una decisión de la jueza subrogante del Juzgado de Garantías de Paso de los Libres, Rosa Beatriz Batalla, quien había ordenado la detención de los tres imputados por un año.
La decisión de la Magistrada había sido impugnada por la defensa. Sin embargo, la Justicia confirmó la prisión preventiva impuesta.
Pedro Gassiebayle, el propietario de la estancia San Juan, estuvo presente en la audiencia. Se unió como querellante acompañado de su abogado Neris Fuccenesco. Es el principal afectado por el hecho, ya que de los 140 vacunos 127 pertenecían a su empresa. Los animales que intentaron robar valen unos 15 millones de pesos.
Tal como lo dio a conocer este medio, el hecho ocurrió el martes de la semana pasada cuando, a las 7, Miguel (se mantiene en reserva su apellido), el encargado de la estancia del productor, divisó un conjunto de animales en un campo vecino. Le llamó la atención su magnitud: más de 100. Al acercarse y observar con mayor detalle reconoció que una parte pertenecía a la estancia donde trabaja. Eran Brangus colorado, cuando en la zona casi todos los productores usan las razas Hereford y Braford.
Junto a los animales había unos hombres que estaban tratando de cargarlos en camiones para llevárselos. Miguel llamó a la Policía y se escondió. Al llegar, los efectivos detuvieron a los tres hombres, quienes estaban colocando marcas a los animales, por encima de las que ya tenían.
Los procedimientos luego continuaron con un allanamiento en un establecimiento vecino al de los Gassiebayle. Allí encontraron 208 vacunos de los cuales 32 fueron considerados «observados» por presentar contramarcas, y/o marcas dudosas.
¿La justicia en un cambio de época?
El nuevo Código Procesal Penal, en su implementación práctica, muestra aspectos positivos y negativos. Entre los últimos, la carencia presupuestaria, la necesidad de una mejor preparación, y la necesidad que los fiscales se pongan las pilas. Asumieron facultades que antes tenía la Policía, pero no logran estar a la altura de las circunstancias. Con todo, la oralidad y la celeridad son aspectos relevantes. En el caso de Tapebicuá, en pocos días el juez de garantías Gabriel Aldaz dispuso la detención de los imputados. Luego la jueza subrogante, Rosa Batalla, dictó la prisión preventiva y pocas horas después, un domingo, la Cámara de Apelaciones de Mercedes, con la firma de Carlos Martínez, ratificó la prisión ordenada por los dos jueces inferiores. Para algunos, un antes y un después; para otros, el interrogante de hasta dónde el ejemplo será imitado por otros jueces y fiscales. El tiempo dirá.
Las miradas sobre el TOP de Santo Tomé
Hace unos años la jueza de Instrucción intervino en un caso de robo calificado agravado por el uso de arma de fuego en despoblado, en banda y con asociación ilícita. Fueron imputados y procesados conocidos personajes de Alvear, como Patrón Quinva, Alejandro Olivera Chupete, Riki Saravia, Pedro Buera, el Negro Echeverría y otros dos que pertenecían a la banda del tristemente célebre Pajarito. Por estos días se considera inminente la elevación de la causa a debate, probablemente para luego de la feria judicial y todo indica que podría darse la primera condena, siendo un hecho notable que en el Servicio Penitenciario Provincial, entre los cientos de hombres y mujeres que han sido condenados no haya ninguno por el delito de abigeato. Toda una rareza, considerando la enorme cantidad de hechos en trámite. Con todo, lo que llama la atención, es que los imputados procesados permanezcan en libertad a la espera del juicio, circunstancia difícil de entender si se parte que la imputación se encuadró en la figura de asociación ilícita por la intervención de muchas personas.
Aun así, en el caso de Alvear, un tema siempre presente es el nivel de responsabilidad de cuatro conocidos comerciantes que oficiarían como receptores de la carne clandestina y de quienes serian proveedores los cuatreros que trabajan por encargo, sin que las autoridades municipales y algunas veces las policiales logren ponerle límites.
El anterior ministro de Seguridad dejó varias asignaturas pendientes, entre ellas el compromiso incumplido de reponer un puesto policial que existió hasta hace unos años en Pancho Cué y la designación de veterinarios policiales para que el personal del Priar no deba depender del circunstancial apoyo desde Corrientes del Ministerio de la Producción. La colocación de cámaras, algo ya tan habitual, tampoco se logró en una zona que parece liberada para el accionar del cuatrerismo.
En las últimas semanas debe destacarse la activa participación de las fuerzas federales. Tanto Gendarmería Nacional como Prefectura complementan a la Policía de la Provincia, aunque el talón de Aquiles sigue siendo la flojedad de la Justicia, y la falta de compromiso de los intendentes.
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