Desde hace un tiempo empezó a crecer el número de quintas que son destinadas a alquileres con fines de fiestas privadas y con ello también comenzaron a sumarse numerosas denuncias de ruidos molestos.
Así lo reveló en diálogo con EL LIBERTADOR el defensor de los vecinos, Agustín Payes, quien agregó que las quejas provienen de diferentes barrios, ya sea de domicilios privados o de fincas donde se hacen actuaciones en vivo.
Ante esta situación, el funcionario señaló que no existe una solución definitiva por lo que se tratará de resolver definitivamente el vacío jurídico que existe y que lleva a que el infractor desaprensivo no modifique su conducta.
Si bien desde la Municipalidad se informó que se propuso unificar y actualizar los códigos de Nocturnidad y de Espectáculos, a través de un proyecto de ordenanza enviado para su respectivo tratamiento por parte del Concejo Deliberante capitalino, lo cierto es que el proyecto estaría direccionado a bares, restaurantes y boliches.
«Entendemos que las iniciativas de la Comuna no solucionan el problema. Creemos que hasta ahora el Estado no puede revertir de ruidos molestos domiciliarios cuando viene de casas quintas o casas que funcionan como quinchos y se utilizan a fiestas de cumpleaños o en vivo», señaló.
Agregó: «Estamos viendo que con estos códigos se ordena y acomoda, pero no se soluciona. Acá hay que trabajar con la Provincia, Justicia, Policía y Poder Judicial, no vemos otra situación. Estamos trabajando en algunos proyectos referidos a estos temas».
Sostuvo que «muchas casas que tienen un patio y que se usa de alquiler y se pasa música en vivo, tenemos denuncias de todas partes, estamos esperando que nos convoquen para la modificación de código de convivencia y ver las variables que tiene la Provincia para convocar una reunión con áreas provinciales y ver si se puede resolver eso».
SITUACIÓN
El funcionario que recibe el reclamo de los vecinos explicó -en una entrevista anterior- que «si bien la injerencia directa es del Municipio, hay circunstancias en que exceden a la competencia municipal por no poder doblegar la voluntad infractora. Si se repite, si se reitera el ruido molesto y la Comuna con las herramientas que tiene no puede provocar que esa situación cese o se termine, en esos casos se necesita la intervención de la Justicia y la intervención de la Policía y con una medida que sea efectiva y terminante para que esa infracción termine».
Por ello precisó que la solución tendría que entrar no sólo por el Municipio sino también por la Justicia y el Gobierno provincial a través de la Policía.
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