A partir del próximo mes, Nación quitará los subsidios a la tarifa energética y habría fuertes aumentos y para los comercios habría alzas escalonadas en mayo (31 por ciento), agosto (17 por ciento) y noviembre (7 por ciento).
A partir de ello, desde el sector anticipan que será sumamente perjudicial y que inevitablemente impactará en los costos de los productos.
En diálogo con EL LIBERTADOR, el referente de la Asociación de la Industria y el Comercio, Enrique Collantes manifestó que será un impacto negativo.
«Se va a hacer lo imposible para poder pagar, pero una suba más. No sé si los comerciantes podrán amortiguar este nuevo aumento porque cada vez bajamos más los niveles de venta», indicó.
Alertó que se va a producir aumento en la mercadería, va a ir subiendo el precio del comestible, de la ropa: «Volvemos a que la gente que menos tiene va a ser perjudicada con menos posibilidades».
Continuó diciendo que «hay privados que todavía no están conformes dada la situación que no se puede pagar la luz».
Ejemplificó que cada vez se van a pagar más las vidrieras, las luces que iluminan la calle del local, que todo eso se hace también por una cuestión de seguridad.
«Todo se tendrá que trasladar a costos, va a volver a pagar el usuario y eso repercutirá en baja de venta, este año venimos para atrás, va a ser bastante perjudicial», confesó.
NEGATIVO
«Todo va a generar una caída peor de venta ya que se traslada al costo que va a pagar la gente, y eso generará menos consumo».
No descartó que también tenga rebote en la fuente de trabajo considerando que podría repercutir en cierres de negocios.
«Cuando los comerciantes empiecen a sentir la baja y teniendo en cuenta que hay un futuro incierto creo que en todo el país vamos a empezar a tener problemas de desempleo, no se descarta nada en este momento que estamos viviendo, donde el comerciante vive el día a día y no sabe si llega a fin de mes y puede cubrir sus obligaciones», indicó.
.