Corrientes cuenta con gran cantidad de inmigrantes paraguayos y desde hace muchos años fueron buscando su espacio con el objetivo de mantenerse unidos en el sentimiento, en las costumbres y en la idea de mantener la identidad pese a la distancia.
En diálogo con EL LIBERTADOR, Antonia Guirland Arrúa, vicepresidente de la Asociación Casa Paraguaya de Corrientes, describió que la sede es su punto de encuentro.
«Las actividades que realizamos en este momento, en Casa Paraguaya son la mayoría son deportivas. También otras para mantener la institución, por ejemplo, se vende comida típica. Y muy pronto tenemos previsto empezar con acciones culturales».
PRESENCIA
Antonia reveló que es paraguaya y descendiente de paraguayos, nacida en San Ignacio, «criada, o mal criada en Corrientes», añadió.
En tanto que marcó la fuerte presencia de compatriotas en Corrientes: «En especial en las facultades se ve muchísimo».
Señaló que en la actualidad hay mucha más empatía y solidaridad que antes: «De un tiempo a esta parte todo cambió. Tenemos más solidaridad de parte de los correntinos, tenemos más este acompañamiento, tenemos más empatía».
Continuó: «En la época en la que yo vine de Paraguay, que era chiquita, sentíamos mucho el desarraigo y sentíamos mucho el no ser aceptado, pero hoy no, hoy es totalmente diferente; se acercan tanto las autoridades como los ciudadanos comunes o porque necesitan algo o porque tiene empatía y necesitan comer la comida del Paraguay, escuchar una música, pero es otra cosa».