La ciudad de Corrientes amaneció ayer en plena tarea de relevamiento de daños tras un violento temporal que se desató en la noche del sábado y se extendió hasta la madrugada del domingo. El fenómeno, que incluyó una sorpresiva e intensa granizada, fuertes ráfagas de viento de hasta 39 km/h y un diluvio en un corto período, dejó un saldo de árboles y postes caídos, cartelería destrozada, calles anegadas y, lamentablemente, una víctima fatal.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había emitido una alerta amarilla para la región, pero la magnitud del evento superó las expectativas. «Esperábamos lluvias, pero no con esta magnitud. La granizada duró entre seis y siete minutos y fue muy intensa para lo que estamos acostumbrados en Corrientes», precisó a la prensa José Pedro «Chingolo» Ruiz, subsecretario de Gestión Integral de Riesgos del Municipio.
La intensidad de la precipitación fue tal que, según detalló el funcionario, «en 10 minutos llovió el equivalente al promedio de lluvias esperado para todo el mes de julio». Entre las 23.04 y las 23.14 del sábado, los pluviómetros municipales registraron 31 milímetros, de un total de 54 milímetros caídos entre la noche del sábado y la mañana del domingo.
CONSECUENCIAS
El saldo más trágico del temporal se conoció en la mañana de ayer, cuando falleció un hombre de 43 años, de apellido Falcón (ver más en página 15). El motociclista circulaba por la avenida Cazadores Correntinos y la calle Thames, en el barrio Santa Lucía, cuando perdió el control del rodado al intentar esquivar un poste de energía eléctrica derribado por el viento, contra el cual impactó violentamente.
Además de este lamentable suceso, los daños materiales fueron considerables en diversos puntos de la Capital. «Registramos la caída de al menos cuatro árboles y la rotura de postes en la zona de Cazadores Correntinos, entre Montecarlo y Yugoslavia», detalló Ruiz. Precisamente, en la intersección de Cazadores Correntinos y Paul Groussac, un poste de cemento de la Dirección Provincial de Energía (Dpec) quedó sostenido peligrosamente por los cables, lo que obligó a personal de Tránsito a interrumpir la circulación y realizar desvíos preventivos durante gran parte de la jornada dominical.
Durante toda la madrugada y la mañana de ayer, las cuadrillas municipales, en un trabajo conjunto de las áreas de Ambiente, Gestión de Riesgos y Tránsito, se abocaron a tareas de limpieza de sumideros, desobstrucción de desagües y despeje de las calles afectadas por la caída de ramas y árboles.
El subsecretario Ruiz aprovechó la ocasión para reiterar el pedido de colaboración a los vecinos para mitigar los efectos de este tipo de fenómenos. «Tenemos cerca de 3.500 sumideros en la ciudad, es imposible cubrir todos en una sola jornada», explicó.
En este sentido, subrayó la importancia de la responsabilidad ciudadana: «Pedimos a los vecinos no sacar basura en días con pronóstico de lluvia y retirar hojas o bolsas que puedan tapar las bocas de tormenta. La basura ralentiza el escurrimiento del agua», concluyó el funcionario, mientras las cuadrillas continuaban con las tareas de limpieza y reparación para devolver la normalidad a la ciudad.