Para quienes no manejan un vehículo, conducir puede resultar una tarea difícil y más aún si se considera el movimiento en el tránsito, cada vez más congestionado en las ciudades. Corrientes no queda exenta de este grupo de población que busca distintas alternativas a la hora de aprender a manejar.
Por eso, EL LIBERTADOR habló con el dueño de una de las autoescuelas más conocidas de la Capital, para que explique sobre las dificultades que puede presentar para un novato salir a las calles, los lugares y horarios apropiados para aprender a manejar y brindar algunos consejos para los que enseñan y sus aprendices.
Fernando se dedica a enseñar a manejar hace 28 años. Hoy, tiene autos de doble comando con los que sale con sus alumnos de 8 a 12 y de 14 a 19. Comentó a este medio que enero y febrero es la temporada alta, dada la tranquilidad en el tránsito en estos días y el tiempo del que disponen los que quieren aprender.
«Tengo alumnos de los 17 años hasta de 80 años», contó Fernando, quien considera que no hay edad para aprender. «Todo depende de cada uno, el conocimiento previo. Por ahí los chicos adolescentes aprenden más rápido, están habidos de aprender y con los reflejos intactos. No les pesa tanto la responsabilidad como a un adulto», señaló.
SIN LUGAR
Se le preguntó al profesor de manejo cuáles son los lugares ideales para aprender, pero incluso la autoescuela no tiene disponibles muchas opciones en la Capital. «Con la autoescuela usamos la Costanera, pero porque tenemos el doble comando y es más seguro».
«El que quiere enseñar con auto particular tiene que ir a lugares con muy poco tránsito», aconsejó. «En lo posible, elegir estos lugares tranquilos. Podría ser en El Perichón, en algunas calles de ripio, o en Santa Ana, aunque ahora también está muy transitada. Hay que agarrar confianza con los primeros cambios en lugares alejados de la ciudad», explicó.
«Lugares para aprender son al costado de la Eragia, aunque ahora hay problemas para circular en la zona. Sino en la Costanera, muy temprano porque a media mañana se pone complicado», remarcó.
Al respecto, el profesor Fernando comentó acerca de la falta de espacios donde se puede aprender manejo, un proyecto municipal que aún se encuentra sin concretar.
«En 2022 me reuní con algunos concejales para definir un lugar donde aprender a manejar. La idea era en el corsódromo, lo que me pareció una idea brillante porque hace falta, pero no se concretó», señaló.
Las clases cuestan 3.200 pesos la hora (y cinco clases 15.000 pesos), por lo que la mayoría aprende a través de algún familiar o amigo. «Lo ideal es usar una autoescuela con doble pedalera, pero no siempre se puede y hay que aprender igual. La vida de hoy te lleva a que, si o si tengas que saber manejar», indicó Fernando, sobre una realidad que pesa en el día a día, incluso como requisito y salida laboral en muchos casos.
LAS MOTOS
«Hay que ir de a poco porque está muy intenso el tránsito, el parque automotor creció, hay muchas motos, y se sabe que no todos cumplimos las reglas de tránsito lamentablemente», analizó el profesor de la autoescuela.
«Las motos son complicadas, no usan casco, se cruzan, los motomandados están tremendos», observó. Ante esta problemática vial, recomienda mantener la línea de marcha, con previa observación de los espejos y con luces de giro, cada vez que se maniobra, ya que así es «más difícil tener algún problema con las motos, a una velocidad controlable y manteniendo distancia». En este sentido, confirmó que lo que más temor generan son las motocicletas «porque son impredecibles, salen sin previo aviso», indicó.
SALIR A RUTA
Otro de los inconvenientes suelen ser las salidas a la ruta. «Es complicada. Cuando uno empieza a controlar el auto, recién se debe salir a la ruta, unos meses después de andar. En la ciudad hay una velocidad controlada, pero en la ruta los tiempos son ajustados», advirtió sobre los principiantes.
«Hay que manejar bien y después de un par de meses que ya se automaticen los movimientos y los controles del auto, se puede salir a la ruta. Antes no», dijo Fernando, quien explicó que lo más peligroso en la ruta es el adelantamiento, porque «requiere práctica y pleno control del auto».
EL CARNET
«La alegría es inmensa cuando sacan el carnet. Y si no aprueban, se vuelve a intentar. El que ya está decidido, es un trámite. No es tan complicado, es cuestión de tres o cuatro pruebas, pero te vas aflojando», indicó el profesor.
Sobre las condiciones que hay que tener para enseñar a alguien a manejar, señaló que lo principal es la paciencia, motivo por el cual muchos recurren a la autoescuela. «Muchas cosas para el que maneja son obvias, pero para el que aprende no. Es así, explicar el porqué de cada acción. Sin paciencia al lado es muy difícil de aprender», agregó.
Cómo sacar la primera licencia
El trámite para obtener el carnet de conducir se habilita de acuerdo a lo que establece la Ley Nacional Nº 24.449. La licencia tiene una vigencia máxima de 5 años que disminuye con la edad y depende de la clase.
Según la ordenanza N° 7.318, los costos a pagar para poder iniciar el trámite, hasta diciembre de 2023 son, un total de 6.301 pesos para autos y 5.224 para motos.
Para solicitar el carnet por primera vez en la ciudad capitalina y ser conductor particular, es indispensable realizar el curso de Seguridad Vial, que se dicta de manera presencial los martes y jueves de 10 a 14, en el Centro Emisor de Licencia (situado en la avenida Raúl Alfonsín 3.845), con una duración de 4 horas.
También se puede cursar de forma digital, en caso de ser mayor de 18 años y solicitar la categoría particular.
REQUISITOS
Para iniciar el trámite, se debe sacar un turno web en la página oficial mencionada y presentar en las oficinas del Centro Emisor de Licencia: DNI y copia, la boleta del Cenat (Certificado Nacional de Antecedentes de Tránsito) abonada, el certificado de aprobación del curso de seguridad vial, certificado de libre deuda, constancia de grupo sanguíneo, examen psicofísico, examen teórico y examen práctico, que se rinde ese mismo día.
En el caso de los menores de edad deben presentar un formulario de autorización firmado por los padres y certificado por comisaría, Juez de paz o escribano público, el cual autoriza al menor a realizar el trámite para el registro de conducir.
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