Tras la acartonada visita de Alberto Fernández y una tesitura apacible del otrora vehemente Valdés, tomó la palabra el Viceministro de Ambiente. Se trata de una de las figuras que polemizó con funcionarios provinciales conforme se acrecentaban los focos de incendio. «Creo que hablar sobre lo que pudo haber pasado no tiene sentido», remarcó para mostrar una postura del Gobierno central alejada de la confrontación.
03-POLITICA-22Con un millón de hectáreas arrasadas por el fuego, Corrientes se convirtió en un verdadero escenario de catástrofe, y en medio de la debacle, hubo tiempo para la contienda política. Así se dio en medio de la avanzada ígnea, teniendo como protagonistas a Gustavo Valdés; al titular de Producción, Claudio Anselmo; al ministro de Ambiente, Juan Cabandié y a su segundo a cargo, Sergio Federovisky. Este último estuvo en los primeros capítulos mediáticos de confrontación entre Nación y Provincia, pero en las últimas horas acondicionó su discurso a la impronta aplicada por el Presidente de la Nación en su paso por las zonas afectadas por las llamas en territorio correntino.
Resulta conveniente recordar que este viernes, el Primer Mandatario supervisó la situación sobrevolando varias localidades. Lo hizo acompañado del Gobernador, quien bajó un cambio y priorizó la búsqueda de soluciones, desterrando de su discurso la confrontación expuesta tiempo atrás. Alberto hizo lo propio, siquiera reparó en reprochar.
Así, el viceministro de Ambiente de la Nación, Federovisky accedió a una entrevista con Sudamericana, reflejando este ánimo de no pelear. No esquivó a la última controversia conocida entre el Gobierno central y la oposición, originada en el Senado nacional, con la visita de Cabandié. «Los cruces con algunos senadores son comunes en la política. Lo que queríamos era mostrar la ayuda que había llegado a Corrientes. Esa reunión que se produjo en Senadores fue satisfactoria a mi parecer», destacó el funcionario nacional.
De la misma forma, restó importancia a las discusiones y conflictos generados entre las provincias y Nación, con respecto a la ayuda contra los incendios.
«Creo que es una discusión en donde nadie sabe cómo hubiese sido el futuro. Discutir lo que pudo haber sido no tiene demasiado sentido», aseveró Federovisky. «Hay que aceptar que el cambio climático es una realidad absoluta y que lo que estamos viendo es incontrastable», añadió como para salir de la cuestión meramente política.
Una muestra clara de la bajada de línea que aplicó el Presidente de la Nación, algo que se reflejó el viernes, con Valdés y Cabandié fundidos en un abrazo, como dejando atrás el pleito virtual que supieron mantener a través del siempre ácido Twitter.
En la visita presidencial, se priorizó lo importante, recurriendo a la lógica, permitiendo dotar de más recursos a los valientes voluntarios que combaten al fuego implacable. Así sucedió con el acto en la escuela rural de San Miguel. Y con dicho ánimo pareciera que recorrerán lo que, pareciera ser, el último tramo de la catástrofe ígnea.
Acreedor ambiental
Sergio Federovisky explicó lo que representa ser un acreedor ambiental, uno de los objetivos del Gobierno central para la Argentina. «El acreedor ambiental tiene que ver con que Argentina aporta poco a la lucha contra la contaminación, siendo uno de los más afectados de la región por esa problemática», remarcó el Viceministro. De esta manera, consideró que hay que darle una respuesta inmediata a lo que produce el efecto invernadero. Pero, por otro, advirtió que «hay que ver de qué forma se pueden minimizar las consecuencias en nuestro país de esta crisis climática que vivimos».
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