Según una encuesta, los casos de ludopatía en jóvenes aumentaron en este último tiempo y un 16 por ciento reconoce que realiza apuestas online.
Este estudio corresponde a la consultora Opina Argentina que abordó la problemática a partir de su crecimiento en la sociedad.
Desde la misma, explicaron que se analizó a más de mil encuestados y los investigadores advirtieron que «entre los menores de 29 años, el conocimiento asciende al 39 por ciento y entre los hombres, al 37 por ciento. Además, los hombres (11 por ciento) son más propensos a esta práctica que las mujeres (5 por ciento)».
En diálogo con EL LIBERTADOR, el médico psiquiatra Emilio Hidalgo contó cuáles son los peligros que abarca este tipo de consumo a temprana edad, cómo lograr reconocer los síntomas, y las recomendaciones ante posibles casos, entre lo más destacado.
¿Qué peligro representa la adicción a las apuestas online?
-Actualmente, se empieza a hablar de otro tipo de adicciones, no a sustancias sino comportamentales. En los manuales de medicina y psiquiatría, está contemplada la adicción al juego patológico o Gambling, que es una verdadera adicción con las consecuencias que tiene a nivel físico, social y económico en la persona. Es un gran problema actual, sobre todo en jóvenes.
¿Cómo lo abordan desde su profesión?
-Desde la psiquiatría, se habla de uso, abuso y dependencia de acuerdo a la intensidad con la que se desarrolla este encuentro con el juego o con la sustancia. También se habla, para alejarnos un poco de la palabra adicción, de consumo problemático, cuando tenes algún tipo de consumo, sea de una sustancia o de una conducta que te genera alteraciones, trastornos en el aspecto laboral, económico y social.
¿Existen diferentes grados de ludopatía?
-Como en todo, en este tipo de patología existen diferentes grados. Se parte de un nivel inicial que no trae tantas consecuencias y esta persona puede ocultar su adicción al juego patológico hasta niveles más complicados, donde se endeuda, tiene ansiedad o depresión, y es bastante evidente para todos que tiene un problema.
¿Qué características puede apreciarse en la persona?
- El jugador patológico suele tener una necesidad de apostar cada vez más dinero. Está preocupado en planificar actividades con apuestas constantemente y cómo obtener el dinero. Suelen intentar controlar, corregir o abandonar las apuestas y no lo logra. Se siente intranquilo e irritable cuando intenta dejar las apuestas. Suele apostar para eludir problemas o aliviar sentimientos de impotencia, culpa o ansiedad. También suelen ser muy mentirosos.
¿Qué tan graves pueden ser las mentiras?
-Esta es una patología de la mentira donde se miente a familiares, a parejas, a todo el mundo. Incluso a profesionales para ocultar la gravedad del problema. Suelen llegar a poner en riesgo todas las relaciones, sean importantes o no, todos los trabajos, todas las oportunidades. Es una patología que altera muchísimo la calidad de vida hasta el punto de llegar a pedirle a otras personas que le saquen del apuro financiero, por lo cual terminan endeudados con todos.
¿Cuándo es el momento para alarmarse?
-Para diferenciar hasta donde es normal apostar, y hasta donde no, podemos hablar del uso y el abuso. Se trata de uso cuando es una apuesta eventual, una vez cada 15 días, con una cantidad menor de dinero, por diversión, sin quedar angustiado al hacerlo. Mientras que un abuso es una apuesta casi diaria, constante o todos los fin de semanas, en la que se arriesga cantidades de dinero cada vez mayores. A partir de ahí es un abuso y ya empezamos a hablar de un problema.
¿Porque se apunta a un público joven o adolescentes con las apuestas online?
-En general, se trata de captar personas entre 15 y 25 años, porque es visitan permanentemente las redes sociales, manejan bien internet, y serán un público cautivo desde la infancia o adolescencia. Como pasa con el cigarrillo, que siempre intentó captar a jóvenes para poder tener fumadores durante muchos años. Es lo mismo: se trata de captar a la gente joven para tener durante muchos años a gente apostando.
¿Comenzar a apostar está vinculado a la necesidad de ‘dinero rápido’?
-Siempre, detrás de esto está la fantasía, la ilusión del dinero rápido y fácil. Las personas que buscan un atajo para lograr su objetivo, son muchos más susceptibles de caer en una adicción.
El canal de ofrecimiento ya no se da solo por las redes sociales…
-Es cierto. Se da en todos lados: televisión, WhatsApp, etc. Es muy difícil controlar eso. Deberíamos tener leyes, como pasa con el cigarrillo, que cobren impuestos o que impidan una mayor difusión, eso ya es un tema del Estado.
¿No tiene cura?
-Es una enfermedad permanente, similar al caso de un alcohólico. Por más que no haya tomado durante 20 años, el mismo dice: «Soy alcohólico». Entiende que si vuelve a tomar, el circuito de recompensa se va a activar en su cerebro. Pasa lo mismo en estos casos, es decir, puede estar en remisión, bajo tratamiento, no jugar hace muchos años, pero al paciente se lo sigue considerando con una patología, por más que ya no juegue.
Se habla de recaída…
-En este tipo de patologías se dice que la recaída es la regla, entonces es normal que en algún momento puedan tenerla. Lo importante es saber qué se hace con esa recaída. Si el tratamiento es inmediato y no pasa más que uno o dos días sin que vuelva a apostar, es de un manejo mucho más fácil. Si vuelve apostar por un buen tiempo, empezamos de cero. Entonces es clave el manejo de la recaída y se debe estar atento.
¿Cuáles son las recomendaciones?
-Ante una alerta o síntoma en personas que sean amigos o familiares, hay que acercarse. Hablar para tratar de que se sincere con nosotros y nos cuente qué le está pasando. Si la persona puede darse cuenta que tiene un problema, la consulta es a nivel ambulatorio con algún profesional especialista en la materia. Si ya va escalando y es un poco más grave, es necesaria la internación en estos tipos de casos.
Características
Suele tener una necesidad de apostar cada vez más dinero.
Está preocupado en planificar actividades con apuestas constantemente y cómo obtener el dinero.
Intenta controlar, corregir o abandonar las apuestas y no lo logra.
Se siente intranquilo e irritable cuando intenta dejar las apuestas.
Suele apostar para eludir problemas o aliviar sentimientos de impotencia, culpa o ansiedad.
Recurre a las mentiras.
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