«Cerca de las cuatro de la tarde, cuando ya estaba cerca de San Luis, veo un sol de frente que me encandila, pero cuando miro a la derecha veo otro sol. Entonces, cuando quise seguir derecho, el camión giró solo. Después veo que el camión queda todo blanco. Quiero abrir las puertas y frenar y no puedo. Me doy cuenta que no puedo hacer nada. Para entonces ya estaba en el aire y después veo que arriba había una luz blanca. Y, antes de quedarme como dormido, vi que había otros vehículos que pasaban debajo de mí». Con esa claridad, Rubén Meneses recordó hace dos años, para un programa de Youtube: Café Ufológico Rosario, el extraño suceso que había protagonizado la siesta del 15 de diciembre de 1891, cuando manejaba su camión y fue «teletransportado» desde San Luis del Palmar hasta Berón de Astrada en solo unos minutos.
El denominado Caso Meneses generó tal revuelo que hoy, a 44 años sigue siendo uno de los testimonios de presunto contacto de tercer tipo más difundidos y recordados por investigadores del fenómeno Ovni en el país. Llegó a tener tal repercusión que hasta el investigador y parapsicólogo, Fabio Zerpa, referente de la ufología argentina, entrevistó al protagonista para su reconocido programa Más allá de la Cuarta Dimensión.
Pero fue el periodista e investigador correntino, Francisco Villagrán, el primero en registrar el relato de Meneses días después de la extraña experiencia. Y, de los registros de las entrevistas que le hizo y que se publicaron en un diario colega, se desprenden dos cuestiones que arrojan un manto de misterio sobre lo que ocurrió esa siesta de diciembre: la cantidad de kilómetros que recorrió con su camión en tan poco tiempo; y, el hecho de que casi no gastó combustible.
«Esa vez, cuando me desperté, me orienté y llegué como pude a la Comisaría. Casi no podía hablar porque me dolía la garganta, también los ojos. Les conté a los policías y, por supuesto, no me creyeron. Después llamaron a Vialidad y mi jefe les explicó que hacía un rato yo estaba con él y que no sabía qué hacía ahí en tan poco tiempo. También comprobaron que casi no se gastó combustible del camión. En todo ese tiempo yo sentía un hormigueo en las piernas y casi no podía caminar», recordó en una de sus últimas apariciones públicas.
Pese a que muchos no le creyeron, Meneses sostuvo siempre que lo que vivió fue real. Incluso habló de las consecuencias físicas y psicológicas que padeció tras el suceso. Contó que por mucho tiempo soñó con los breves minutos que estuvo «secuestrado» y que desde entonces, vivió años con el temor de que esa misma experiencia le volviera a ocurrir.
Experiencia
Rubén tenía 42 años y trabajaba como empleado de Vialidad Provincial, cuando la siesta del 15 de diciembre de 1981 conducía el camión Dodge volcador en dirección a San Luis del Palmar, donde debía realizar una obra. Había salido de Paso de la Patria y cuando iba por la Ruta Nacional Nº12, vio una luz muy brillante que confundió con el sol, hasta que se percató que era otra cosa.
Siempre contó lo mismo. Dijo la luz se posó sobre el camión y él perdió el control y comenzó a levitar con el vehículo. También afirmó ver cómo el piso se volvía transparente al punto de poder observar desde la altura a la ruta y los autos que pasaban debajo de él.
Luego se desvaneció y cuando recobró el conocimiento estaba a 110 kilómetros, sin saber cómo llegó hasta ahí.
Proliferación de avistamientos
Otra de las cuestiones que también llamaron la atención sobre la experiencia que dijo haber tenido Rubén Meneses, es la similitud de su relato con el de otras personas de distintas personas en otras partes del mundo, que dijeron haber pasado por situaciones similares. Su caso se dio también en un momento en el que el fenómeno Ovni se volvió un tema habitual para la prensa.
En ese sentido, solo en su revista Cuarta Dimensión, Fabio Zerpa reportó más de 3.000 avistamientos y contactos ovnis desde 1973, cuando salió la primera edición. Y, en Corrientes, Francisco Villagrán reportó también casos de ese tipo que tuvieron lugar en durante las décadas del 70, 80 y 90 en distintas localidades provinciales.
Lo que todavía resulta un extraño para algunos es el hecho de que los protagonistas no tenían contacto entre sí, pero en sus testimonios narraban haber vivido situaciones muy parecidas: las luces extrañas en el cielo, marcas en los pastizales, hombrecillos muy pequeños o muy altos y sensaciones de mareo o somnolencia posterior al «contacto».
El caso Meneses continúa siendo, sin embargo, uno de los más llamativos ocurridos en la provincia porque menciona una suerte de teletransportación con vehículo incluido por más cien kilómetros. Y, además, porque sus compañeros dijeron haberlo visto en un lugar minutos antes de que los llamarán de la comisaría de la localidad a la que fue a parar.
¿Qué pasó esa siesta? Esa es la gran pregunta que continúa sin una respuesta certera. Para los descreídos, el camionero fue solo hasta Berón de Astrada, aunque ahí no cierran los tiempos. Para otros, hubo algo más. Y eso solo está guardado en la memoria del protagonista.

