El crecimiento del marketing directo trajo consigo una avalancha de herramientas. Cada una promete mejores tasas de apertura, automatización inteligente o análisis más detallado. Pero con tantas opciones disponibles, ¿cómo elegir la plataforma adecuada?
Un mercado en expansión
El email marketing representa hoy más del 20% del gasto total en marketing digital a nivel global. Su eficacia comprobada y su bajo costo en comparación con la publicidad paga lo convirtieron en una herramienta esencial para pymes, medios y organizaciones sociales.
Sin embargo, no todas las plataformas ofrecen lo mismo. Mailchimp es conocida por su interfaz moderna y sus plantillas visuales, pero su modelo de precios se vuelve rápidamente prohibitivo para campañas de alto volumen. Brevo, antes Sendinblue, apuesta por la simplicidad y los contactos ilimitados, aunque impone un límite diario de envíos.
Acumbamail es popular en España por su enfoque sencillo y sus planes económicos, pero carece de las funciones avanzadas de automatización y análisis que hoy exige el mercado. En este panorama, Mailrelay aparece como una alternativa equilibrada, con un plan gratuito amplio (hasta 80.000 envíos mensuales) y características profesionales como automatizaciones visuales, soporte técnico humano y una API potente para integrarse con CRMs o ERPs.
Más allá del precio
Elegir bien no se trata solo de comparar cifras. La plataforma ideal depende del tipo de negocio, la frecuencia de los envíos y el nivel de personalización que se busque. Una tienda online necesita correos automatizados por comportamiento; una ONG, mensajes informativos y donaciones recurrentes; un medio, boletines de noticias y análisis de lectura.
Por eso, más que una herramienta, el email marketing debe verse como un socio estratégico. Un espacio donde cada interacción con el público genera aprendizaje, datos y oportunidades de mejora.
El futuro de la bandeja de entrada
Lejos de quedar obsoleto, el email marketing se adapta y evoluciona. La inteligencia artificial está ayudando a predecir los mejores horarios de envío, mejorar los asuntos y ajustar el tono del mensaje según el perfil del destinatario.Aun así, el secreto sigue siendo el mismo de siempre: enviar mensajes humanos a personas reales. Y en ese sentido, el correo electrónico mantiene una ventaja que ninguna red social puede igualar: la cercanía.

