El fútbol argentino e internacional se viste de luto. En la tarde de este miércoles, a la edad de 69 años, falleció Miguel Ángel Russo, una de las figuras más respetadas y queridas del deporte, con una trayectoria que abarcó más de medio siglo como jugador y, principalmente, como un exitoso director técnico.
El entrenador, que actualmente se desempeñaba en Boca Juniors y que en los últimos días había presentado un delicado estado de salud a causa de una recaída en la enfermedad de base (un cáncer de próstata), dejó una huella imborrable en cada club que dirigió, ganándose el cariño de hinchas de múltiples camisetas.
Una carrera marcada por la simpleza y los títulos
Nacido el 9 de abril de 1956, Russo inició su carrera como futbolista en Estudiantes de La Plata, club del que fue capitán y en el que jugó toda su carrera profesional entre 1975 y 1988, ganando los torneos Metropolitano 1982 y Nacional 1983. Además, fue internacional con la Selección Argentina.
Sin embargo, su legado más grande lo forjó como director técnico, una faceta que inició en 1989 y que lo llevó a dirigir a más de una docena de equipos, dejando siempre su sello de trabajo y mesura.
El hito de la Copa Libertadores
Su mayor logro internacional fue la obtención de la Copa Libertadores de América en 2007 con Boca Juniors, un título que lo catapultó a la cima del reconocimiento continental. En el club de La Ribera, Russo tuvo tres etapas, sumando también los títulos de la Superliga 2019-20 y la Copa de la Liga 2020.
Ídolo y campeón en varios países
La figura de Russo está fuertemente ligada a Rosario Central, donde fue entrenador en cinco ciclos distintos y logró ascenderlo a Primera División en 2013, además de conquistar la Copa de la Liga Profesional en 2023, que se convirtió en su último gran festejo. También dejó su marca en Lanús y Estudiantes con ascensos en el inicio de su carrera como DT.
En el ámbito internacional, su prestigio se consolidó en Colombia, donde dirigió a Millonarios y logró el Torneo Finalización 2017 y la Superliga 2018. Su experiencia en el extranjero también incluyó clubes de Chile (Universidad de Chile), España (Salamanca), México (Monarcas Morelia), Perú (Alianza Lima), Paraguay (Cerro Porteño) y Arabia Saudita (Al-Nassr).
A lo largo de su extensa trayectoria, Russo cosechó un total de 12 títulos oficiales, convirtiéndose en uno de los entrenadores argentinos más longevos en actividad, dirigiendo más de mil partidos.
El mensaje de un guerrero
Miguel Ángel Russo fue un luchador dentro y fuera de la cancha. Tras superar un cáncer de próstata diagnosticado en 2017, su figura se convirtió en sinónimo de resiliencia, dejando una frase que se hizo célebre entre sus allegados: «Todo se cura con amor».
Su fallecimiento genera una enorme tristeza en el mundo del fútbol, que despide a un profesional íntegro, un caballero de la táctica y una persona respetada por su calidez humana, cuyo legado perdurará en la memoria de los aficionados.

