Un caballo desnutrido y exhausto fue encontrado tirado en la esquina de Cartagena y Saavedra, bajo una lluvia torrencial. Su estado era lamentable: explotado hasta el límite, sus antiguos dueños lo habían dejado a su suerte en plena calle, el viernes último.

Sin embargo, el destino de este noble animal cambió cuando el Movimiento Argentino de Protección Animal Corrientes (MAPAC), a través de su directora, Isabel Cocomarola, solicitó apoyo a la fuerza del orden. La Policía Rural y Ecológica de Capital respondió de inmediato. Con el apoyo vital de los Bomberos de la Dirección General de la Lucha contra el fuego, los equipos de rescate se enfrentaron a una ardua tarea. Bajo la tormenta, con gran esfuerzo y dedicación, trabajaron incansablemente para lograr que el caballo, sin fuerzas, pudiera levantarse.
Tras el heroico rescate, el animal fue trasladado con el máximo cuidado a las instalaciones de Mapac. Allí, recibirá la atención veterinaria que tanto necesita y comenzará una nueva vida, digna y segura.
Este hecho expone lo peor y lo mejor de la naturaleza humana: mientras algunos abandonan a un ser vivo para que muera, hay otros que luchan aún bajo la tormenta para salvarlo.
Para destacar es el compromiso de organizaciones como Mapac, las fuerzas de seguridad y los Bomberos de Corrientes con la protección de los animales más vulnerables.
