El Ministerio de Salud Pública anunció la realización de 10 implantes cocleares en lo que va del año, con tres de estas intervenciones llevadas a cabo solo este mes en el hospital Pediátrico Juan Pablo II. Este esfuerzo forma parte del Programa Provincial de Detección Precoz de la Hipoacusia, y eleva la cifra total a 175 pacientes implantados en los últimos diez años en dicho centro de salud.

El jefe del Programa Provincial de Detección Precoz de la Hipoacusia, Jorge Iglesias destacó el apoyo sostenido del Gobierno provincial a través del Ministerio de Salud Pública. Explicó que las recientes cirugías fueron posibles gracias a la colaboración de diversas entidades: uno de los implantes fue financiado por Incluir Salud, otro por una obra social, y el tercero fue costeado directamente por el Ministerio de Salud Pública, que proporcionó el dispositivo, mientras que el hospital aportó la infraestructura edilicia. Iglesias también resaltó la articulación con Eduardo Hocsman y el Instituto Integrar, así como la «predisposición» de todo el personal del Hospital Juan Pablo II, desde la dirección hasta los equipos de cirugía, enfermería, instrumentistas y anestesistas, incluyendo a Marina Ávalos, jefa de servicio.
EL TESTIMONIO QUE INSPIRA: LA HISTORIA DE SOFÍA
La trascendencia de este programa se materializa en historias como la de Sofía, una niña de 4 años operada en agosto de este año. Su madre, Marisol Salinas, compartió un emotivo testimonio, revelando que Sofía nació con disgenesia (malformación) en el oído derecho, con su oreja cerrada, aunque con audición plena en el izquierdo.
«Desde que Sofía nació con Disgenesia… para nosotros todo fue un aprendizaje constante, todo era nuevo. No sabíamos que existía ese problema», relató Salinas.

La familia Salinas encontró en el sistema de salud pública no solo excelentes profesionales, sino también un acompañamiento esencial. La madre de Sofía remarcó la importancia de los controles tempranos, que «ayudan mucho a la evolución del niño, lo que permitirá que tenga una escolarización más adecuada». Marisol Salinas no solo elogió las instalaciones del Hospital Juan Pablo II, sino también la «calidad humana de la gente» que los atendió «de manera excelente». El acompañamiento a Sofía y su familia comenzó cuando ella tenía apenas 6 meses, con su primer control, y fue incondicional a lo largo de los años, incluso en la estrategia de cuidados especiales debido a su complejidad, dada la necesidad de proteger su único oído sano.
La cirugía de Sofía se realizó el 7 de agosto, tuvo una duración aproximada de dos horas y la niña recibió el alta a los dos días, lo que, dada la complejidad de la intervención, fue considerada un «alta inmediata».

