Este año las opciones de cena navideña no son tan numerosas. Por ejemplo, el hotel La Alondra cuenta con un menú cerrado al cual acceden quienes estén alojados allí el domingo 24. «Los precios, en general, no han aumentado tanto hasta el momento, por lo que se mantiene el mismo flujo de personas», señalaron desde la recepción del lugar. Esta opción navideña tiene un costo de entre 10 y 15 mil pesos para dos personas, sin contar la bebida. Esta alternativa se compone de típicos platos navideños: sopa paraguaya, pechuga rellena y vitel toné. Al parecer, hubo muchos interesados, ya que sólo cuentan con dos habitaciones libres. Lo demás está todo ocupado. «En comparación con años anteriores, se evidencia una disminución en la cantidad de reservas para la época. Pareciera ser que debido a los aumentos y los constantes cambios de precios las personas están especulando o haciendo cuentas. Por eso hasta el momento, no estamos recibiendo tantas», describieron.
En el caso de Los Cardales, al ser consultados, tampoco trabajan durante el domingo 24 y sostienen: «Queremos pasar las fiestas en familia y que nuestros empleados también lo puedan hacer». Sin embargo, abren el lunes 25 y el lunes 1 de enero desde las 18. En consulta sobre la situación actual describieron: «Las opciones que más elige la gente son las más económicas: pizzas, hamburguesas, pollo y algo de picadas. Nos consultan constantemente si tenemos promociones o si hacemos algún tipo de descuento».
«Antes la gente no se limitaba tanto, no miraba los costos, pedía nomás. Ahora nuestra clientela es mucho menor. A la gente no le alcanza», a lo que agregaron: «A nosotros también nos cuesta mucho mantener el local. El gasto de la luz, el gas, los empleados. Todo cuesta».
No tan distinto es lo que pasa en Animal, desde donde comentaron: «Decayó bastante la asistencia de las personas. No es el mismo flujo durante el fin de semana. Antes los viernes y los sábados teníamos 20 mesas llenas, que es el cupo completo. Hoy trabajamos con el salón hasta la mitad, y queda bastante libre. Esta situación se viene dando ya hace un par de meses».
En El Bodegón se presenta una diferencia: «Tenemos menú navideño con distintas opciones, pero nadie pide nada. Hasta el momento sólo contamos con un pedido. La demanda se redujo. Hasta la gente que concurre al lugar disminuyó notablemente», compartió personal del local. A lo que agregó: «El consumo bajó. Hace un tiempo teníamos entre 18 y 20 pedidos por noche a través de una aplicación muy conocida, ahora tenemos 8. Es un promedio muy bajo. La gente se está cuidando».
«Estamos a la deriva. No sabemos ni qué va a pasar mañana. Todos los días nos encontramos con subidas de precio por parte de los proveedores. Es todo tan cambiante, ya tuvimos que retocar nuestros precios en tres oportunidades en lo que va del mes. Esto te mata, no te da respiro. El cambio más grande lo vamos a ver en enero o la próxima semana después de la segunda fiesta», concluyó.
